Antoine Griezmann, futbolista del Barcelona, anunció este jueves que finalizó su relación con Huawei por “fuertes sospechas” sobre la participación del gigante de telecomunicaciones chino en la vigilancia de la minoría musulmana uigur por las autoridades de China.
"Tras las fuertes sospechas según las cuales la empresa Huawei podría haber contribuido al desarrollo de una 'alerta uigur' a través de un software de reconocimiento facial, anuncio que termino inmediatamente mi colaboración con esta compañía", escribió el atacante del FC Barcelona, que tenía un contrato de embajador con la marca desde 2017.
El campeón del mundo en 2018 invita a "Huawei no solo a negar estas acusaciones, si no a tomar acciones concretas para condenar esta represión masiva" de la minoría uigur "y usar su influencia para contribuir al respeto de los derechos humanos en la sociedad".
Preguntado por la AFP, Huawei Francia no respondió en medio de la tarde de este jueves.
Huawei no es la primera empresa acusada de espionaje
Empresas chinas han sido acusadas en el pasado de haber puesto en marcha softwares de reconocimiento facial que permiten fijarse en personas de apariencia uigur.
El martes, Huawei fue señalado en Estados Unidos por haber estar involucrado en los test de este software de detección, según el despacho de investigación IPVM.
Un informe interno del grupo chino (eliminado de la web de Huawei pero todavía disponible en internet) indicaba que este software de reconocimiento facial estaba en fase de pruebas para proporcionar "alertas sobre la presencia de uigures" y permitía reconocer "la edad, el sexo, la pertenencia étnica".
El miércoles, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), establecida en Estados Unidos, aseguró en un informe que se habían detenido a musulmanes en la región china de Xinjiang (noroeste) luego de ser "señalados" por un software que repara en comportamientos sospechosos.
¿Qué es la etnia uigur?
Los uigures constituyen el principal grupo étnico de Xinjiang, una inmensa región de China que comparte frontera con Afganistán y Pakistán. Según expertos extranjeros, un millón de uigures han sido ubicados estos últimos años en campos de reeducación política. Pekín niega esta cifra y asegura que se trata de centros de formación profesionales destinados a alejar a la gente de la tentación del islamismo, del terrorismo y del separatismo, tras una serie de atentados atribuidos a uigures.
