Las tarjetas son parte fundamental del futbol. La amonestación, así como la expulsión son irrefutables cuando el árbitro las emite, sin embargo, esto no fue siempre así, ya que ambas se implementaron hasta el Mundial de México 1970, pero su origen se remonta a una justa anterior, es decir, Inglaterra 1966.
El conflicto que ayudó a crear el sistema de tarjetas
Todo ocurrió el 23 de julio de 1966, en el duelo de Cuartos de Final entre Inglaterra y Argentina, el cual fue pitado por el alemán Rudolf Kreitlein. La selección sudamericana salió a dar patadas a los locales, algo que no pasó desapercibido por el silbante, que después de una falta de Roberto Perfumo, le solicitó a Antonio Rattín que abandonara el campo por protestar.
Sin embargo, como no existían tarjetas en ese entonces, Rattín no entendía nada de lo que Kreitlein le estaba diciendo, por lo que se mantuvo una discusión que no parecía llegar a ningún lado, ya que ni uno ni otro hablaban un idioma en común.
Finalmente el capitán argentino abandonó el campo, aunque aquel episodio marcaría para siempre al futbol mundial, gracias al inglés Ken Aston y a los colores que muestran los semáforos.
Al darse cuenta que el sistema era muy ambiguo y no estaba ayudando a impartir justicia, la mano derecha del presidente de la FIFA, Aston, se dio cuenta de que para evitar cualquier malentendido al momento de amonestar o expulsar a alguien debían adoptar los señalamientos de los semáforos. El amarillo le decía al jugador que tuviera precaución y el rojo que no podía seguir sobre el terreno de juego.
La idea fue aceptada por la comisión de árbitros de la FIFA, por lo que se estrenó en el Mundial de México 1970. El primer jugador que recibió una amarilla fue el soviético Kaji Asatiani en el duelo inaugural entre el Tri y la URSS.
El primer expulsado
Sin embargo, las expulsiones comenzarían a escribir su historia hasta el siguiente Mundial, el cual se celebró en 1974. La primera víctima de la tarjeta roja fue el chileno Carlos Caszely, quien tuvo que abandonar el encuentro entre su selección y la Alemania Federal.
Este sistema gustó tanto que llegó para quedarse y, pese a tener algunos ligeros cambios para evitar confusiones en la televisión a blanco y negro hace varias décadas, se convirtió en una de las mejores adiciones al futbol.
