Desde la Temporada 1992-1993, año en que la UEFA reestructuró su torneo continental y lo denominó Champions League, solo tres entrenadores nacidos en el continente americano han logrado llegar a una Final.
Los tres son originarios de Argentina: Héctor Cúper, Diego Simeone y ahora Mauricio Pochettino, quien este año con el Tottenham tendrá la oportunidad de borrar la “maldición” que afectó a sus antecesores, quienes cayeron en las cuatro Finales que disputaron, coincidentemente ambos dirigiendo a equipos españoles.
En toda la historia de la competencia, el único timonel verdaderamente americano, de nacionalidad argentina, que levantó el trofeo fue Luis Carniglia, quien ganó dos Champions con el Real Madrid, en 1958 y 1959 como parte de los 5 títulos en fila que consiguió el club merengue entre 1956 y 1960.
Helenio Herrera también la ganó en 1964 y 1965 con el Inter de Milán, luego de nacer en Buenos Aires pero emigrar a Francia desde los 4 años, por lo que de argentino tenía poco.
De ahí que el contraste sea apabullante: en 63 ediciones, ya sea como Copa de Europa o Champions, el campeón ha sido con entrenador del Viejo Continente en 59 ocasiones, por solo 4 con DT no europeo.
Con el Valencia, Cúper llegó al juego por el título en el 2000 ante el Real Madrid y un año más tarde repitió contra el Bayern Munich. En la primera cayó goleado en el Stade de France y en la segunda perdió en penales en el Estadio Guiseppe Meazza.
Pasaron 13 años para que un estratega argentino regresara a una Final de Champions. Fue con el Cholo Simeone al frente del Atlético de Madrid en la Temporada 2013-14, cuando se quedó a dos minutos de coronarse ante el Real Madrid.
Dos años más tarde y nuevamente ante el cuadro blanco, Simeone volvió a caer, esta última vez en penales en el Guiseppe Meazza, curiosamente donde Cúper ya había perdido una Final.
Pochettino tendrá este sábado la oportunidad de cambiar la historia frente al Liverpool y meterse como el primer entrenador no nacido en Europa que levanta una Orejona.
