El 29 de mayo del 2016, apenas nueves meses después de haberse inaugurado el Estadio de Monterrey, Diego Alonso inició una “maldición” como rival de Rayados que este miércoles él mismo terminó al frente de los albiazules.
Ese episodio de hace tres años le costó a los Rayados caer en cuatro Finales, dos de ellas ante su acérrimo rival, Tigres, en el Apertura 2017, estas últimas tanto en Liga MX como en Liga MX Femenil.
Pero este miércoles, el entrenador uruguayo saldó su deuda con el equipo regiomontano al ganar el título de la Liga de Campeones de la Concacaf sobre los felinos y levantando él su segundo trofeo en el Gigante de Acero.
"Es una alegría muy grande, había que romper una racha", expresó eufórico el DT al final del partido.
Luego de perder el campeonato de Liga ante Pachuca en el Clausura 2016, entonces dirigidos los Tuzos por el estratega charrúa, los Rayados cayeron ante Tigres en 2017 en la primera Final de Liga de Clásico Regio, cuya Vuelta fue en el Estadio BBVA.
En el Clausura 2018 les tocó una caída más ante Tigres en casa, pero esta vez con el equipo femenil, que logró su primer campeonato emulando a lo que hizo el equipo varonil seis meses antes.
La última Final perdida para Rayados fue contra Cruz Azul en la Copa MX del Apertura 2018. Monterrey no pudo con la Máquina y perdió 2-0, dejando nuevamente frustrada a su afición, la cual solo había podido festejar el título de Copa MX del Apertura 2017, cuando eran dirigidos por Antonio Mohamed.
