Editorial Mediotiempo
Kazán, Rusia
En muchas ciudades mundialistas los mexicanos son los primeros en resaltar, en Kazán todo es diferente.
En la República de Tatarstán todo es bacano y chévere, ya que los colombianos son los que más merodean las calles de Kazán al tener en esta ciudad la sede de su Selección, aunque a partir de esta noche la ciudad se vaciará, ya que los cafetaleros viajarán a Samará, donde mañana su equipo se juega el pase a los Octavos de Final en Rusia 2018 ante Senegal.
A unas horas del duelo entre Alemania y Corea del Sur en la Arena Kazán, los colombianos ya esperan para ingresar al estadio y por la noche vía terrestre, llegarán a la sede del encuentro de la Selección Colombia.
“Vamos a disfrutar el partido de hoy y luego para Samara a ver el partido de Colombia”, dijo William, uno de tantos cafetaleros en Kazán.
Samara se encuentra a 360 kilómetros de Kazán, base del conjunto de José Néstor Pekerman y al igual que la Selección, muchos seguidores tomaron esta ciudad como punto de encuentro.
Los colombianos andan pagando entre 8 mil y 10 mil rublos por la contratación de un taxi que los lleve a Samara, ciudad que queda a 5 horas en auto, todo vale la pena con tal de ver a Colombia acceder a la siguiente fase del Mundial.
“Esa es la esperanza, se nos había dilatado en los primeros, pero ya estamos otra vez”, agregó Jaime, amigo de William y acompañado de Andrés, los tres son de Barranquilla.
Algunos echaron a perder boletos de tren para Samara al hacer más de 14 horas de trayecto.
Los colombianos no solamente le ponen color a Kazán en el estadio y en el centro, sino también afuera de la Arena, donde se agruparon y hasta organizaron el torito con aficionados de otros países.
“La locura, hay muchos colombianos y por todos lados, San Petersburgo, Moscú, Samara, Kazán”, resaltó William.
Estos tres aficionados no podrán ver a su equipo en los Octavos de Final, ya que se acaban las vacaciones y tras el duelo ante Senegal volverán a Barranquilla.
En la República de Tatarstán todo es bacano y chévere, ya que los colombianos son los que más merodean las calles de Kazán al tener en esta ciudad la sede de su Selección, aunque a partir de esta noche la ciudad se vaciará, ya que los cafetaleros viajarán a Samará, donde mañana su equipo se juega el pase a los Octavos de Final en Rusia 2018 ante Senegal.
A unas horas del duelo entre Alemania y Corea del Sur en la Arena Kazán, los colombianos ya esperan para ingresar al estadio y por la noche vía terrestre, llegarán a la sede del encuentro de la Selección Colombia.
“Vamos a disfrutar el partido de hoy y luego para Samara a ver el partido de Colombia”, dijo William, uno de tantos cafetaleros en Kazán.
Samara se encuentra a 360 kilómetros de Kazán, base del conjunto de José Néstor Pekerman y al igual que la Selección, muchos seguidores tomaron esta ciudad como punto de encuentro.
Los colombianos andan pagando entre 8 mil y 10 mil rublos por la contratación de un taxi que los lleve a Samara, ciudad que queda a 5 horas en auto, todo vale la pena con tal de ver a Colombia acceder a la siguiente fase del Mundial.
“Esa es la esperanza, se nos había dilatado en los primeros, pero ya estamos otra vez”, agregó Jaime, amigo de William y acompañado de Andrés, los tres son de Barranquilla.
Algunos echaron a perder boletos de tren para Samara al hacer más de 14 horas de trayecto.
Los colombianos no solamente le ponen color a Kazán en el estadio y en el centro, sino también afuera de la Arena, donde se agruparon y hasta organizaron el torito con aficionados de otros países.
“La locura, hay muchos colombianos y por todos lados, San Petersburgo, Moscú, Samara, Kazán”, resaltó William.
Estos tres aficionados no podrán ver a su equipo en los Octavos de Final, ya que se acaban las vacaciones y tras el duelo ante Senegal volverán a Barranquilla.