El gol de Manuel Negrete es uno de los más recordados en la historia de las Copas del Mundo; abrió el camino para que la Selección Nacional de México se clasificara de ronda, la última vez que jugó el quinto partido. Minuto 34: Rafael Amador recuperó el balón en el medio campo, tocó para Manuel Negrete, quien después de controlar la esférica, se la dio a Javier Aguirre, quien sin dejarla caer se la devolvió… pared precisa que el camiseta 22 no desaprovechó.
Manuel, entrando al área grande, se impulsó y con una tijera mandó la pelota a la red, provocando la locura en los miles de aficionados que abarrotaron las gradas del Estadio Azteca.

Antonio Torres Servín fue el encargado de cerrar el marcador 2-0 ante Bulgaria al minuto 61 y con eso sellar el boleto del conjunto nacional a los Cuartos de Final, donde de la mano de Bora Milutinovic se enfrentaron a Alemania Federal, rival contra el que no se pudo y se cayó con la cara al sol.
Pasada la alegría del gol de Negrete, ante Alemania a lo más a lo que se aspiró eran los penaltis, instancia en la que la presión fue demasiada y el equipo nacional sucumbió estrepitosamente en la cancha del Estadio Universitario de Nuevo León, día en el que empezó a configurarse el mito de los malditos penaltis.
Manuel Negrete fue el primero en tirar y no falló, prolongando su romanticismo con los aficionados, que hasta la fecha lo siguen recordando por aquel golazo de antología. Alemania estuvo perfecta, una maquinaria de soluciones desde los once pasos; entonces México selló su destino con yerros de Fernando Quirarte y Antonio Torres Servín: 4-1 a favor de los europeos.
La Selección de Alemania Federal dejó en el camino de las Semifinales a Francia y en la Final perdió ante la Argentina de Carlos Bilardo, en una Copa del Mundo recordada por la gran actuación de Diego Armando Maradona.