
El delantero surcoreano Heung Min Son hizo historia este miércoles al ser uno de los futbolistas ganadores de la Europa League con el Tottenham Hotspur, que derrotó 1-0 en la Final al Manchester United en San Mamés.
Este logro significó para Son, de 32 años de edad, el primer título de su carrera como profesional, pues en 15 años no había podido levantar trofeo alguno a nivel de clubes, a pesar de haber jugado en equipos como el Hamburgo y Bayer Leverkusen de la Bundesliga y el propio Tottenham en la Premier League.
Heung-Min Son, leyenda del Tottenham
El Tottenham Hotspur no había ganado títulos en ninguna competencia disputada en los últimos 17 años, cuando ganó la Copa de la Liga Inglesa en 2008, por lo que lo de hoy fue el fin de una larga sequía.
En su papel de capitán, Heung Min Son fue el encargado de pasar a levantar el trofeo de la UEFA junto a sus compañeros después de besarla, lo que lo eleva en la categoría de leyenda del conjunto británico.
Entre los mejores
¿Por qué la UEFA no le dio medalla al surcoreano?
Por desgracia, al ser el último en pasar ya no alcanzó medalla en la premiación, al igual que otro par de compañeros, pues al parecer la UEFA ya no tenía disponibles tras el paso de los demás integrantes del Tottenham, aunque esto no le importó por la alegría del momento y seguramente le harán llegar su presea posteriormente.

¿Cuándo llegó Heung-Min Son al Tottenham Hotspur?
La estrella del futbol de Corea del Sur, 3 veces mundialista, fichó con el club londinense en el verano de 2015, sin embargo, a pesar de pertenecer al 'Big 6' en Inglaterra y ser generalmente uno de los equipos protagonistas en la Premier League, Son fue 'víctima' de la larga sequía de títulos del Tottenham Hotspur, hasta ahora, a 10 años de su llegada con los Spurs.

Esta carencia de trofeos provocó que su eterno compañero en la delantera, Harry Kane, saliera hace un par de años al Bayern Munich, donde hace unas semanas también conquistó el primer título de su carrera con la obtención de la Bundesliga. Este par de conquistas ha alegrado a numerosos aficionados a lo largo del mundo, en lo que parece ser un hecho de justicia futbolística.