
El Stuttgart amargó el regreso a una competición europea del Celta de Viga, muy inferior durante 85 minutos al equipo alemán, que se adelantó con goles de Bouanani y El Khannouss en el segundo tiempo, pero acabó sufriendo por un monumental error del turco Karazor que originó el 2-1 de Borja Iglesias.
Y es que en el último suspiro del encuentro, Bryan Zaragoza tuvo en sus botas la oportunidad de firmar el empate y enmascarar el triste partido de su equipo. Su tiro se marchó fuera y el Celta, que sigue sin ganar este curso, se vuelve de vacío de Alemania.
Dominado por un rival que dominó pese a no generar demasiado peligro, el Celta llegó vivo al descanso. Esa fue la mejor noticia para el equipo de Claudio Giráldez, nada reconocible en Stuttgart. No tuvo el balón y eso impidió a sus atacantes entrar en juego. En todo el primer tiempo no tiró una vez entre los tres palos, una muestra de su pobre versión en su regreso a una competición continental ocho años después.
El duelo de estilos fue evidente. El equipo alemán quiso la pelota y su rival se limitó a defender su portería por su incapacidad para salir de su campo.
A los nueve minutos, el portero rumano Ionut Radu evitó el gol de Chema Andrés, el joven español que ha ganado la batalla por la titularidad en el centro del campo del equipo alemán al internacional turco Atakan Karazor. El exfutbolista del Castilla brilló ante el St.Pauli y firmó otra gran actuación esta noche.
Tras la parada del portero celeste, el balón le cayó a los pies de Leweling, al que su disparo se le fue demasiado alto. El Celta respiró. El choque, no obstante, era un monólogo del Stuttgart, que volvió a amenazar al filo del descanso con u potente disparo de Assignon que sacó de nuevo el meta del Celta.

El gol alemán parecía cuestión de tiempo, y así sucedió. Un pelotazo en largo del portero Alexander Nubel sacó a relucir la lentitud de Marcos Alonso, una de las novedades en el once de Giráldez. Al defensa madrileño ya le había pasado ante el Getafe en la jornada inaugural de LaLiga. Bouanani le ganó la espalda y finalizó magistralmente en el mano a mano ante Radu.
El entrenador gallego movió ficha tras el gol. Buscó mayor frescura y velocidad con la entrada de Borja Iglesias, Bryan Zaragoza, Williot Swedberg y Javi Rueda. Pero su equipo era un juguete en las manos de un Stuttgart que aumentó su renta a falta de poco más de 20 minutos para el final con el tanto de El Khannouss.
El Celta apenas daba señales de vida. Pero en el minuto 86, un robo de Moriba a Karazor en la medular dejó solo a Borja Iglesias ante el portero germano. El delantero no falló y su equipo soñó con una remontada que se le escapó en el descuento por la falta de puntería de Bryan Zaragoza.
