En su momento, Gabriel Batistuta fue el mejor delantero del planeta; él y Ronaldo Nazario marcaron una época del futbol, pero a diferencia del Fenómeno, el argentino no quiso jugar en el Real Madrid pese al ofrecimiento que le hicieron.
El llamado Batigol se cansó de romper redes en la Serie A en los años 90 con la Fiorentina, pero descartó moverse a la capital española porque "se iba a aburrir" en un equipo tan grande como el Merengue.
"Si me hubiera ido al Real Madrid iba a ganar seguro, iba a hacer más de 200 goles, pero me iba a aburrir. Lo mismo me iba a pasar en el Milan", confesó Gabriel Omar.
"Nunca me gustó ser el líder del plantel porque cuando te conviertes en el líder pasas a ser el máximo responsable de las victorias y las derrotas. Siempre se trató al futbolista como a un producto. En la Fiorentina era una figura buscada por el Real Madrid, el Manchester o el Milan, pero siempre opté por la tranquilidad de Florencia".
Hasta antes de la irrupción de Lionel Messi, Batistuta fue el máximo goleador histórico de la Selección de Argentina, con la que jugó tres Mundiales.
"Por eso me siento un ganador, aunque no haya conseguido ningún trofeo. Soy un ganador porque dejé todo y conseguí que la Fiorentina peleara contra los poderosos", agregó.
