El FC Barcelona estuvo ocupado en el comienzo del mercado de fichajes, en busca de reforzar su plantel. Pactó algunos fichajes colosales, incluidos los de Robert Lewandowski y Raphinha. Pero antes de que cerrara el periodo de transferencias, la prioridad del conjunto catalán fue deshacerse de jugadores, a fin de moderar su abultada nómina.
El Barça trabajó el jueves para deshacerse de futbolistas como Pierre-Emerick Aubameyang, Sergiño Dest y Martin Braithwaite, permitiendo de último minuto la llegada de dos defensas, Héctor Bellerín del Arsenal y Marcos Alonso del Chelsea.
Dest llegó a un acuerdo con el Milan y Braithwaite con el Espanyol. En tanto, Aubameyang se disponía a regresar a Inglaterra para unirse al Chelsea. Barcelona tuvo problemas para registrar a sus nuevos fichajes, ante las estrictas regulaciones del llamado “fair play financiero” en LaLiga española. Sólo podía incorporar nuevos integrantes si se deshacía de otros.
Había dejado ya que se marchara Samuel Umtiti a Lecce, Nico González al Valencia, el brasileño Neto al Bournemouth, Riqui Puig al LA Galaxy y Óscar Mingueza al Celta de Vigo. Otros que estaban a punto de irse pero se quedan incluyen al volante Frenkie de Jong, al zaguero Jordi Alba y al atacante Memphis Depay.
