Liga MX Femenil

Maternidad, el derecho laboral que FIFA aplica; ¿qué sucede en otros deportes?

Hay deportistas que renuncian a la posibilidad de ser madres, o bien terminan sus carreras profesionales.

Las mujeres en el futbol tienen mejores derechos que en otros deportes ante la maternidad. (Foto: Especial)
Las mujeres en el futbol tienen mejores derechos que en otros deportes ante la maternidad. (Foto: Especial)
Monterrey, NL

Que Bianca Sierra, jugadora de Tigres Femenil, anunciara recientemente su embarazo, no es un caso que deba de sorprender en el balompié, pues desde el 2020 a nivel mundial las futbolistas profesionales están respaldadas por estatus de la FIFA, en caso de decidir tener hijos.

A estas alturas del 2023 existen disciplinas en las que las mujeres siguen peleando por su derecho a la maternidad y poder gozar de un salario, o regresar a su trabajo tras el parto; mientras que la FIFA en diciembre 2020 implementó nuevas disposiciones dentro del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (as), norma que se debe respetar en todas las Ligas afiliadas.

Con esas condiciones, no sólo se puede evitar el despido injustificado o tener la posibilidad de recuperar su lugar dentro del plantel, además de tener un salario, también se puede elegir colaborar en otra área del club en el periodo del embarazo.

Condiciones laborales mínimas que exige la FIFA a los clubes

La FIFA introdujo garantías necesarias para proteger las condiciones laborales de las jugadoras, en las que la maternidad es un punto a abordar de manera significativa, ya que muchas futbolistas se veían en la necesidad de renunciar a ser madres o de plano terminar con sus carreras.

Las medidas son con criterios mínimos y cada federación tiene la libertad de ampliarlas para una mayor protección.

- Remuneración obligatoria

Tendrá derecho a una baja por maternidad, definida como el periodo de descanso laboral retribuido de 14 semanas como mínimo, que se concede a una jugadora en caso de quedar embarazada, por la que percibirá dos terceras partes del salario que estipule el contrato. Al menos ocho de estas semanas deberá tener lugar, tras dar a luz.

- Regreso al trabajo 

Las jugadoras tendrán derecho a retomar la actividad futbolística, tras la baja por maternidad. El club tendrá la obligación de facilitar su incorporación a la actividad futbolística y ofrecerles apoyo médico continuo. Las jugadoras deberán poder amamantar a sus bebés o extraerse leche. El club deberá poner a su disposición un lugar adecuado a tales efectos, de conformidad con la legislación nacional aplicable en el país donde esté domiciliado el club, o según dispongan los convenios colectivos.

- Periodo de inscripción

Un club podrá inscribir provisionalmente a una jugadora fuera del periodo de inscripción para reemplazar temporalmente a otra jugadora que esté de baja por maternidad. Salvo que las partes acuerden algo distinto de mutuo acuerdo, el contrato de la jugadora sustituta temporal tendrá vigencia desde la fecha de su inscripción hasta la víspera del comienzo del periodo siguiente al regreso de la jugadora que haya disfrutado de la baja por maternidad. De forma excepcional, se podrá inscribir fuera del periodo de inscripción a una jugadora que haya finalizado la baja por maternidad.

- Protección oficial contra el despido de las jugadoras

Ninguna jugadora deberá encontrarse jamás en desventaja por su embarazo. Por lo tanto, si un club rescinde unilateralmente un contrato, porque una jugadora esté o se quede embarazada, se considerará que el club ha rescindido el contrato sin causa justificada. Esta rescisión se considerará una circunstancia agravante. Además de la obligación de abonar una indemnización, se impondrán sanciones deportivas, junto con una multa.

- Protección durante el embarazo

Si las jugadoras embarazadas deciden seguir prestando servicios deportivos, para garantizar que lo hagan de forma segura, tendrán derecho a recibir periódicamente el asesoramiento de un profesional médico independiente. También tendrán derecho a prestar otros servicios alternativos a su club. En estos casos, los clubes tendrán la obligación de respetar la decisión y colaborar con la jugadora para elaborar un plan oficial a fin de que pueda prestar otros servicios.

¿Qué pasa en otros deportes?

Otros deportes no cuentan con estatutos como los ha establecido la FIFA para sus jugadoras; incluso la AFP señala un estudio de la Organización Internacional del Trabajo que revela que el siete por ciento de las mujeres embarazadas en el mundo pierden su empleo, tras dar a luz; si bien es ilegal despedir a una deportista por maternidad, se aplican otras formas de desanimar a una atleta para que continúe su carrera o bien, para que sea madre.

La condición física es vital para mantenerse en la élite del deporte y un parón en los entrenamientos puede significar el adiós, pues a eso se le suma alguna suspensión de ingresos económicos o el que los patrocinadores se esfumen.

En los recientes años atletas estadounidenses, que dependen de sus patrocinadores, ven violentados sus derechos al ser discriminadas por el embarazo.

Como ejemplo está el caso que se dio en mayo 2019: Allyson Felix, séxtuple campeona olímpica, tuvo que luchar por sus derechos, pues Nike al enterarse de su embarazo, quería descontarle a su contrato un 70 por ciento; sin embargo, ella lo ventiló y la marca deportiva tuvo que retractarse y tratarla con igualdad, apoyándola en su etapa de maternidad.

En otros deportes, el balonmano en Francia firmó un convenio colectivo en el que se establece la baja por maternidad, manteniendo un año el salario de la jugadora.

En el ciclismo en ruta, la Unión Ciclista Internacional impuso a partir de 2020 un seguro de maternidad, así como un salario mínimo que igualará a partir de 2023 al de los equipos masculinos.

Serena compitió embarazada

También se ha dado el caso, cuando son atletas que compiten de forma individual, que extienden el tiempo lo más que se pueda para seguir activad, cómo lo hizo Serena Williams.

Expertos señalan que todavía hasta las 20 semanas se puede realizar cierto grado de ejercicio.

A mediados de abril del 2017, Serena compartió en la que se le veía el vientre abultado; dadas las cuentas, tenía ocho semanas de embarazo cuando ganó en enero de ese año el Abierto de Australia; ni siquiera su entrenador lo sabía.

Embarazada o no, nadie lo sabía. Se espera que gane en cualquier torneo al que me presente”, decía Williams, quien se tuvo que sobreponer a las fatigas del embarazo con tal de seguir compitiendo.

- Con información de FIFA y AFP -


Sobre el autor
Jessika Méndez

Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales

jmendez@mediotiempo.com

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