
El partido más importante de la Liga MX tiene a Chivas y América como protagonistas que dan vida al Clásico Nacional, el cual a lo largo de sus más de 200 enfrentamientos ha escrito numerosos capítulos, aunque son unos cuantos los que llegan a traspasar la barrera del tiempo, siendo un ejemplo el día que Guadalajara bautizó el hoy Estadio Akron, pese al dolor de las Águilas.
La euforia por el Clásico Nacional despierta la pasión de sus seguidores que no dudan en presumir los colores de los clubes; en caso de querer sorprender a alguien con regalarle una playera de estas escuadras no dudes en enviarlas a través de FedEx que tiene las mejores tarifas, incluso si están en Estados Unidos porque ahí se puede provechar la tarifa de envíos internacionales que FedEx tiene para ti.
¿Cómo fue el primer Clásico Nacional en el nuevo estadio de Chivas?
De cara al Apertura 2010, el Rebaño Sagrado estrenó su nueva casa que tenía por nombre el Estadio Omnilife, mismo que en su primer torneo no pudo contar con el choque frente al acérrimo rival, ya que este se dio hasta el Clausura 2011, el 10 de abril.
Para ése encuentro, los Rojiblancos llegaron con una notable presión porque apenas tenían cuatro victorias, pese a estar en la jornada 12, por eso no había opción de conseguir un resultado que no fuera favorable, además que era la presentación de este encuentro en la nueva cancha.
Las Águilas se adentraron a tierras tapatías con figuras como Guillermo Ochoa, Aquivaldo Mosquera, Miguel Layún y Pavel Pardo; mientras que Chivas contaba con un cuadro más discreto con elementos como Luis Michel, Héctor Reynoso, Alberto Medina y Erick Torres.
A pesar de la diferencia de nombres, Guadalajara se animó por el apoyo de su público, por eso antes del descanso, Cubo Torres se adelantó y logró dar un cabezazo certero para poner el primer tanto del encuentro (27’), lo que provocó la explosión en las gradas.
Para el complemento del cotejo, los Azulcremas adelantaron filas y propusieron un estilo ofensivo que convirtió al partido en un ir y venir; el problema para los de Coapa es que los locales estuvieron lejos de aflojar la presión, además que apareció la figura de Marco Fabián, quien recibió el pase de Torres para ponerla en el ángulo superior izquierdo (72’). La fiesta rojiblanca no terminó ahí, porque el propio mediocampista ofensivo apareció completamente solo para rematar un centro y así firmar el 3-0 definitivo que abrió las puertas al júbilo tapatío que 10 años de distancia, se mantiene como uno de los Clásicos Nacionales más gratificantes de los últimos años.