
Javier Amador, exjugador del Atlas, vivió una situación similar a lo que pasa actualmente con Joao Maleck, con la diferencia de que en el choque del rojinegro junto a su compañero César Andrade no hubo fallecidos. De cualquier modo, el ahora exfutbolista reconoció que sufrir un accidente por andar en la fiesta y perder todo lo ganado en la cancha es un tema difícil de superar.
A punto de cumplir 20 años de aquel accidente sobre el Periférico de Guadalajara, el 11 de noviembre del 1999, Amador reconoció que se estremeció al saber de lo que sucedió con Maleck, quien el domingo pasado sufrió un fuerte choque que acabó con la vida de una pareja de recién casados.
“Se me hace muy triste porque se me vinieron a la mente recuerdos muy fuertes, viendo imágenes mi familia sufrió mucho, la familia de mi compañero sufrió muchísimo, se me vino a la mente todo eso y me dio una gran tristeza ver ahorita que un compañero del futbol termina su carrera así. Desgraciadamente termina con una pareja que empezaba su nueva vida como casados y creo que es triste por las dos partes”, dijo Amador a Mediotiempo.
Aquella noche los exfutbolistas se impactaron contra el muro de contención y se proyectaron contra una barrera metálica.
“Asimilarlo fue muy fuerte, pero gracias a Dios, gracias a mi familia, amigos, compañeros que estuvieron cerca de mí, que me apoyaron siempre, tuve que tener aceptación porque te cambia la vida. Yo estoy consciente que por algo pasan las cosas; no se lo deseo a nadie, es muy fuerte ese proceso de adaptación de no seguir jugando, de no poder correr detrás de un balón, de muchas cosas. A parte, ver cómo sufre la familia y las terceras personas”, manifestó.
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En el accidente que sufrieron los exatlistas, la barrera ingresó al auto por la parte delantera y les fracturó las piernas. El más perjudicado fue Andrade ya que su extremidad derecha resultó cercenada casi en un 80 por ciento, por lo que fue amputada; Amador manifestó fractura de fémur derecho.
Tras varios meses de recuperación física, Amador también trabajó el aspecto psicológico.
“Me enteré de esta noticia y la verdad es que se me ponía chinita la piel, me hizo recordar momentos tristes y fuertes. Yo del accidente me acuerdo muy poco, me acuerdo que salimos de un lugar, veníamos de fiesta, salimos y ya me acuerdo después del accidente donde estaba yo en un hospital rodeado de toda mi familia, del accidente en si no me acuerdo muy bien”, reconoció.
“Llegan recuerdos vagos y la verdad me da miedo, mejor como que me despierto o hago otra cosa para no acordarme, porque siento que no estoy preparado para eso todavía".
Amador lleva 14 operaciones y todavía no puede caminar al 100 por ciento debido a unas adherencias que se le hicieron en la rodilla.