La etapa que vivió Francisco "Kikín" Fonseca en su paso por Pumas dejó experiencias que resguarda con gran cariño, por más duras que pudieran ser, tal y como sucedió en la Final ante Chivas en la Final del Clausura 2004, la cual jugó recién operado, circunstancia que lo llevó a tener un especial cruce con Juan Francisco Palencia.
Tras sufrir un choque con Melvin Brown en la Semifinal ante Cruz Azul, Fonseca fue operado, pero sus ganas de jugar lo llevaron a rogarle a Hugo Sánchez para que lo metiera ante el Rebaño Sagrado, algo que logró después de hora y media de charla en la que aseguró que no sentía dolor, a pesar de que era lo contrario.
"En el partido allá en Guadalajara me cita Hugo Sánchez una noche antes y me dice 'oye, Kikín, no vas a jugar mañana' y le digo 'no me jodas'; Hugo me explicó 'tú no puedes' y le digo que sí: 'sí tú vez que no estoy corriendo... me va a infiltar el doctor, dame chance'. Jugué todo el partido con un dolor... pero me aguantaba", explicó a Toño de Valdés.
Palencia, un duro rival
Inteligente como pocos futbolistas en la época reciente del futbol mexicano, Palencia analizó que debían sacar provecho de la situación de Fonseca, por lo que le pidió a Héctor Reynoso que le entrara con dureza, aunque al escucharlo se dio una situación que detalló.
"Palencia le decía a Héctor Reynoso '¡pégale ahí, qué no sabes que lo acaban de operar!', y yo volteo y le digo 'pégame tú, ojete', ¡y para qué le dije! En la siguiente (jugada) voy al choque, Palencia bajó y va y me choca con todo hombro con hombre, me caí como tres metros y le digo '¿es todo lo que traes, güey?'. Me tiró y me levanté como si tuviera trampolín, entonces se paró y después".
Hecho una Fierra como auriazul, Kikín también encaró a Oswaldo Sánchez en la tanda de penales, dejando una imagen que se mantiene en la memoria de los aficionados de Chivas y Pumas, ya que le festejó un gol en la cara.
