Editorial Mediotiempo
Monterrey, Nuevo León
Rayados visita a Necaxa en la fecha 16 del torneo, con la posibilidad de amarrar su calificación a la Liguilla de manera matemática en caso de sacar los tres puntos en su visita a Aguascalientes, por lo que los albiazules tratarán de obtener su último triunfo como visitante del torneo regular.
Previo a este encuentro entre regios e hidrocálidos, recordamos a los jugadores más representativos que han vestido ambas playeras en distintas etapas de su carrera y la gran mayoría ha destacado por rendir con los dos escudos que han defendido en su momento.
Uno de los primeros jugadores que jugó para ambos clubes fue el inmortal Horacio Casarín, quien inició su carrera con Necaxa apenas a los 17 años y se consolidó como ídolo de la afición que seguía al mítico equipo de los Once Hermanos, para poner fin a su trayectoria como futbolista con el Monterrey en la temporada 1956 – 1957, cuando los albiazules luchaban por consolidarse en la Primera División y con quienes marcó los últimos cuatro goles de su carrera.
Luis Hernández fue otro elemento que primero vistió los colores de Rayados en los primeros años de su carrera, teniendo un paso discreto con el equipo del Cerro de la Silla entre 1992 y 1994, para luego pasar a los Rayos, en donde despuntó en su carrera y le valió ir al Mundial de Francia en 1998, donde se consolidó como el jugador mexicano más goleador en una Copa del Mundo.
En 1992 recaló en la Sultana del Norte un joven portero paraguayo que recién había participado con su selección en los Juegos Olímpicos de Barcelona, Rubén Ruiz Díaz, quien se consagró como un ídolo bajo los tres palos blancos en el arco del Monterrey y posteriormente culminaría su carrera con el Necaxa en el 2005.
Carlos Hermosillo regresó a México en 1990 para militar en Rayados, después de una no muy buena experiencia en Europa con el Standard de Liege y con los albiazules demostró su olfato goleador al marcar 20 goles en la temporada, pero se fue a Cruz Azul y en 1998 arribó a Necaxa en donde fue fundamental para el campeonato del Invierno 1998 contra Chivas.
Luis Ernesto Pérez era una joven promesa necaxista que pronto despuntó con los Rayos y destacó en el Mundial de Clubes del 2000, cuando lograron el tercer lugar al vencer al Real Madrid en penales. Pasó al Monterrey en el Clausura 2003 y marcó una época en el equipo albiazul al formar parte de la época dorada del club por ganar tres Ligas, dos Concachampions y una Interliga, además de portar durante varios torneos el gafete de capitán, siendo un líder dentro y fuera del terreno de juego.
Para el 2013 llegó a Rayados el zaguero Leobardo López, procedente de Pachuca y tuvo un buen rendimiento como defensa de los albiazules, aunque solo estuvo tres torneos en el conjunto regiomontano y tras un paso por Veracruz, ahora defiende los colores del Necaxa.
Marcelo Barovero es el último jugador destacado que pasó de los Rayos a Monterrey en un intercambio de guardametas que llevó a Hugo González a Aguascalientes. El Trapito vino a darle la seguridad que requería el arco de la Pandilla y con una calidad y experiencia comprobada, se espera que ayude a terminar con la sequía de campeonatos de Liga de casi ocho años.
Previo a este encuentro entre regios e hidrocálidos, recordamos a los jugadores más representativos que han vestido ambas playeras en distintas etapas de su carrera y la gran mayoría ha destacado por rendir con los dos escudos que han defendido en su momento.
Uno de los primeros jugadores que jugó para ambos clubes fue el inmortal Horacio Casarín, quien inició su carrera con Necaxa apenas a los 17 años y se consolidó como ídolo de la afición que seguía al mítico equipo de los Once Hermanos, para poner fin a su trayectoria como futbolista con el Monterrey en la temporada 1956 – 1957, cuando los albiazules luchaban por consolidarse en la Primera División y con quienes marcó los últimos cuatro goles de su carrera.
Luis Hernández fue otro elemento que primero vistió los colores de Rayados en los primeros años de su carrera, teniendo un paso discreto con el equipo del Cerro de la Silla entre 1992 y 1994, para luego pasar a los Rayos, en donde despuntó en su carrera y le valió ir al Mundial de Francia en 1998, donde se consolidó como el jugador mexicano más goleador en una Copa del Mundo.
En 1992 recaló en la Sultana del Norte un joven portero paraguayo que recién había participado con su selección en los Juegos Olímpicos de Barcelona, Rubén Ruiz Díaz, quien se consagró como un ídolo bajo los tres palos blancos en el arco del Monterrey y posteriormente culminaría su carrera con el Necaxa en el 2005.
Carlos Hermosillo regresó a México en 1990 para militar en Rayados, después de una no muy buena experiencia en Europa con el Standard de Liege y con los albiazules demostró su olfato goleador al marcar 20 goles en la temporada, pero se fue a Cruz Azul y en 1998 arribó a Necaxa en donde fue fundamental para el campeonato del Invierno 1998 contra Chivas.
Luis Ernesto Pérez era una joven promesa necaxista que pronto despuntó con los Rayos y destacó en el Mundial de Clubes del 2000, cuando lograron el tercer lugar al vencer al Real Madrid en penales. Pasó al Monterrey en el Clausura 2003 y marcó una época en el equipo albiazul al formar parte de la época dorada del club por ganar tres Ligas, dos Concachampions y una Interliga, además de portar durante varios torneos el gafete de capitán, siendo un líder dentro y fuera del terreno de juego.
Para el 2013 llegó a Rayados el zaguero Leobardo López, procedente de Pachuca y tuvo un buen rendimiento como defensa de los albiazules, aunque solo estuvo tres torneos en el conjunto regiomontano y tras un paso por Veracruz, ahora defiende los colores del Necaxa.
Marcelo Barovero es el último jugador destacado que pasó de los Rayos a Monterrey en un intercambio de guardametas que llevó a Hugo González a Aguascalientes. El Trapito vino a darle la seguridad que requería el arco de la Pandilla y con una calidad y experiencia comprobada, se espera que ayude a terminar con la sequía de campeonatos de Liga de casi ocho años.