
El "Villano Favorito" de Pumas, Nicolás Castillo, volvió a CU, pero al final su regreso fue mucho ruido y pocas nueces.
El chileno, titular en el América de Miguel Herrera, pasó desapercibido en el Olímpico Universitario, más allá de que tuvo cinco minutos de ímpetu al inicio del juego.
Al andino le sigue costando mucho la altura de la Ciudad de México y aunque jugó todo el partido, tocó muy poco la pelota.
El atacante no lució su característica potencia física y por momentos trotaba en el terreno de juego, además de que a las pelotas divididas no les entraba con mucha fuerza.
Abucheado desde que salió a calentar, Castillo sintió el rigor de la afición auriazul, misma que nunca le perdonará haberse ido al acérrimo rival.