
Cada que América anuncia la contratación de un extranjero, los reflectores se postran sobre el futbolista, porque suelen tener aptitudes notables para llenar las exigencias azulcremas, algunas ocasiones se dan jugadores cuyo rendimiento genera polémica, pues mientras unos lamentan su arribo, hay quienes lo aplauden, así le sucedió uruguayo Marcelo Lipatín, quien tuvo un breve paso por el Nido.
Gracias a que tenía experiencia en el PSG, Coritiba e incluso en Grecia con Giannina y en Japón con Yokohama F. Marinos, el atacante charrúa se abrió las puertas en Coapa, donde prometía convertirse en un referente ofensivo, ahí destacó que en su segundo encuentro como titular se estrenó con un doblete.
Con la ilusión a tope, Marcelo Lipatín buscó afianzarse, el problema es que la irregularidad comenzó a hacerse presente por eso apenas sumó 445 minutos en el Verano 2002, aunque presumió formar parte del equipo campeón. En el siguiente año futbolístico, el sudamericano se mantuvo como un jugador de recambio, además que alcanzó 11 anotaciones en 29 partidos, pero eso no fue impedimento para optar por volar del Nido.
Marcelo Lipatín, el uruguayo trotamundos
Luego de un regular paso por la Liga MX, el artillero emigró a Italia con el Bari de Segunda División, donde estuvo dos años y medio, para luego dar un giro de 180 grados y volver a Brasil con Gremio. Para 2006, las ofertas europeas se volvieron a dar, ahora en Portugal con tres equipos: Maritimo, Nacional y Trofense; finalmente decidió retirarse en 2010.
Con 14 años de trayectoria en el futbol profesional, el atacante comenzó a tomar la siguiente etapa de su vida, siendo que se convirtió en agente de jugadores. En la actualidad representa a elementos como Marcelo Freitas del Londrina, así como Rafael Gava del Cuiabá.