Diez meses y 323 días pasaron desde la última vez que Atlas visitó la cancha del Estadio Corregidora, lugar que el 5 de marzo del 2022 se convirtió en escenario del peor episodio de violencia en el futbol mexicano. La tarde de ese sábado un total de 26 lesionados, tres de ellos de gravedad, fueron el resultado de una batalla campal entre las barras bravas de Gallos Blancos y el equipo rojinegro.
La tarde de este domingo, y debido al veto de un año que tiene el inmueble, el entorno fue completamente diferente, en un estadio y sus alrededores desérticos, solo ocupados por la fuerza policiaca pública y agentes de seguridad privada, esas que el año pasado se vieron superadas por la violencia y la rabia de cientos de aficionados.
El operativo de seguridad que se montó hoy comenzó desde las entradas a la capital queretana, principalmente por el acceso de la carretera que llega desde Celaya, con el objetivo de evitar que grupos de seguidores del Atlas intentaran ingresar.
???? LLEGÓ EL GALLO BLANCO ⚫️
— Gallos Blancos (@Club_Queretaro) January 22, 2023
Querétaro está listo. ¡Vamos!#DePieConQro pic.twitter.com/eHNf86VW2I
En las explanadas y entradas a la Corregidora, si tu nombre no estaba en las listas proporcionadas al personal de seguridad privada, la entrada era negada. Nadie ajeno al partido de la tarde de este domingo, pudo acercarse a la casa de los Gallos Blancos, que volverán a tener afición en las gradas hasta el próximo 19 de marzo, cuando enfrenten al FC Juárez.
El cuadro queretano tendrá tres partidos de local de manera consecutiva. Después de jugar ante los Bravos y durante el parón por Fecha FIFA, recibirán a Cruz Azul el 29 de marzo y el 2 de abril a los Pumas. Su último juego de local en Fase Regular del Clausura 2023 será ante los Tigres en la Jornada 16.
A 10 meses de los sucesos, ninguno de los 68 detenidos se encuentra en prisión. La mayoría se declaró culpable y fueron liberados con algunas medidas de precaución.