
En agosto de 2017, Rafael Márquez Álvarez, quien es catalogado como uno de los mejores futbolistas en la historia de México, recibió la noticia más dura a lo largo de su vida, debido a que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OCAE) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos lo ligó a un grupo criminal, en lo que fue el inicio de una etapa llena de dolor y sinsabores.
Las autoridades estadounidenses acusaron al exjugador del Barcelona y también Seleccionado Nacional de tener vínculos con el narcotráfico, pues consideraban que fungía como prestanombres y formaba parte del organigrama de una organización criminal encabezada por un personaje llamado Raúl Flores Hernández, alías "El Tío", lo que llevó a que se diera un largo y desgastante proceso que acabó por afectar a todos sus cercanos y a que fueran congelados sus bienes.
Las lágrimas de Rafael Márquez
Si bien Rafa no ha detallado cómo pasó esos días, su hijo Santiago Márquez fue quien se animó a dar algunos detalles, en su caso como un testigo joven que no entendía bien qué estaba pasando, pero que sabía, al ver las lágrimas de su padre, que era una situación compleja.
"Fueron tiempos muy difíciles. Fue la primera vez que vi a mi papá llorar. Nunca lo había visto llorar y ahí fue cuando dije 'el tema está duro'. La unión de la familia fue lo más importante (...) Son cosas de no creerse, de que le echen la culpa o que lo relacionen con algo así, con algo tan complicado", recordó en una reciente entrevista con Héctor Huerta, para su podcast.

Esa impotencia de su padre fue la que más sacudió a la familia, pero muy particularmente a Santiago, quien acabó por admitir que le afectó ver más a su papá llorando "que el tema de la acusación".
Márquez quedó libre de culpas, pero nunca hubo una disculpa
El exfutbolista mexicano presentó su declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR), quien cerró el caso en enero del 2018 y descartó vínculos o relación alguna con personas ligadas al narcotráfico, actividades ilícitas y/o lavado de dinero.

En septiembre de 2021 la OCAE lo quitó de su lista negra, por lo pudo operar nuevamente sus empresas y fundaciones, esto tras un desgastante proceso en el que no se encontraron pruebas que lo incriminaran,
"También un poco enojado porque no hubo un perdón, una disculpa. Obviamente estuvo tranquilo desde el principio, porque sabía que no había pasado nada".
