Editorial Mediotiempo
Estadio Azul
En medio del caos que se vivió al término del Duelo de Leyendas en el que los exjugadores de América vencieron a Cruz Azul en la cancha del Estadio Azul, Cuauhtémoc Blanco alcanzó a dar un breve pero contundente punto de vista de lo que significó para él este juego, que a su juicio no tenía nada de amistoso, ya que si la gente pagó por verlos, él buscó retribuirle a la gente con un buen espectáculo.
“Toda la gente salió muy contenta, un partido de ida y vuelta, lo más importante fue la afición que salió contenta del estadio. (Me sentí) bien, muy contento, como yo lo había mencionado, no era un partido amistoso porque al final de cuentas la gente paga un boleto y quiero que la gente salga contenta del estadio y espero que se hayan divertido”, dijo el Temo minutos antes de que la seguridad privada del evento no pudiera contener a la afición que terminó por invadir la cancha del Azul.
A empujones, jalones y uno que otro golpe accidental, Cuauhtémoc se hizo camino para recibir el premio al mejor jugador del encuentro y también para levantar la Copa que obtuvieron las Águilas. No importa cuántos años pasen, la gente sigue amando al Cuau a quien le pedían a como diera lugar una foto para el recuerdo.
“Siempre he dicho que todo es cosa de mentalidad, es una responsabilidad (el ser ídolo) y la gente viene a pagar un boleto, la gente se va feliz de este estadio”, reiteró.
“Toda la gente salió muy contenta, un partido de ida y vuelta, lo más importante fue la afición que salió contenta del estadio. (Me sentí) bien, muy contento, como yo lo había mencionado, no era un partido amistoso porque al final de cuentas la gente paga un boleto y quiero que la gente salga contenta del estadio y espero que se hayan divertido”, dijo el Temo minutos antes de que la seguridad privada del evento no pudiera contener a la afición que terminó por invadir la cancha del Azul.
A empujones, jalones y uno que otro golpe accidental, Cuauhtémoc se hizo camino para recibir el premio al mejor jugador del encuentro y también para levantar la Copa que obtuvieron las Águilas. No importa cuántos años pasen, la gente sigue amando al Cuau a quien le pedían a como diera lugar una foto para el recuerdo.
“Siempre he dicho que todo es cosa de mentalidad, es una responsabilidad (el ser ídolo) y la gente viene a pagar un boleto, la gente se va feliz de este estadio”, reiteró.