
La pandemia afectó a mucha gente en la Ciudad de México tras perder su trabajo o su forma de ingreso. Así le ocurrió a Erika, una de las vendedoras afuera del Estadio Olímpico Universitario que la pasó mal y hasta tuvo que recurrir al gobierno para poder comer.
"A nosotros, los vendedores que nos dedicamos a la ropa deportiva, pues la verdad nos fue muy mal y nos ha ido mal porque no estábamos laborando. Este fue el último estadio en abrir. La pandemia paralizó el futbol y nosotros vivíamos del futbol, entonces no teníamos ingresos de nada", dijo previo al encuentro entre Pumas y Juárez.
Erika tuvo además un hijo enfermo grave de covid-19 y reconoció que tuvo que acudir a los apoyos del gobierno federal para poder comer.
"Cuando queríanos buscar trabajo de otra cosa no había empleo. Ahorita regresamos a reactivarnos, pero pues es un producto que vendemos que no es de primera necesidad y lo sabemos, pero pues aquí estamos", contó.
▶ Vendedora de playeras de Pumas afuera de CU revela lo difícil que ha sido sin su vendimia en el estadio por la pandemia
— MedioTiempo (@mediotiempo) October 17, 2021
????: @Edgarinho https://t.co/COF934sMeT pic.twitter.com/CNMwLnOhVD
Pumas, el que más tardó en abrir
Fueron 590 días sin afición en el estadio, desde el 6 de marzo de 2020 cuando se jugó un partido Pumas vs. América, que terminó empatado 3-3 y dejó un buen ingreso a los vendedores.
Este regreso en el partido ante FC Juárez no tuvo las ventas esperadas, pero algunos comerciantes que pidieron no ser grabados reconocen que al menos ya es un avance la apertura del estadio.