Desde que Hakan Sukur, máximo goleador en la historia de la Selección de Turquía, colgó los bontines en 2008, su vida dio un giro inesperado al grado de terminar conduciendo un Uber en Estados Unidos.
"La vida puede cambiar radicalmente de un momento a otro", señaló el exfutbolista en una entrevista al periódico alemán Welt amm Sontag.
Los problemas del exmundialista en Corea-Japón 2002 comenzaron después de ingresar en la política, dentro del partido AKP que lidera el actual presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
Escándalos de corrupción dentro del futbol otomano que salieron a la luz en 2013, le hicieron renunciar a su cargo, y fue justo ahí donde comenzó su calvario.
"Ahí comenzaron las hostilidades. La boutique de mi esposa fue apedreada, mis hijos fueron acosados y mi padre, encarcelado", afirmó Sukur en la entrevista.
Fue entonces que el exfutbolista huyó de su país y emigró a Washington, donde trabaja como conductor de Uber y vende libros porque "no me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo".
Sukur, que en 2016 fue acusado de pertenecer a un grupo terrorista armado, anotó 334 goles con clubes, debutando en Galatasaray, de ahí llegó al Blackburn Rovers de Inglaterra, Parma, Torino e Inter de Milán de Italia. Regresó a su país para jugar de nuevo en Galatasaray y de ahí finalizó su carrera jugando con Bursaspor y Sakaryaspor.
En total, sumó 15 títulos en su palmarés en torneos de clubes entre Ligas, Copas y Superligas nacionales y consiguió la Copa de la UEFA con Galatasaray de Turquía en la temporada 1999-2000 y en Corea-Japón logró convertir el gol más rápido en esa edición de la máxima cita del futbol mundial.
