Antonio Briseño es uno de los pocos jugadores que ha levantado la copa de campeón del mundo en el Estadio Azteca, luego de que lo logró con la categoría Sub-17 de México y en el podcast Capitán Financiero habló de cómo fue aprendiendo de finanzas personales, inversiones y de lo que hizo con el premio por el título con la Selección Mexicana juvenil.
El Pollo estuvo en el podcast con Oswaldo Alanís y Jorge Buganza, donde reveló que sus mejores inversiones han sido en bienes raíces y cómo utilizó su sueldo para ir comprando departamentos que hoy le generaron utilidades.
¿Qué se compró con el premio que le dieron?
Pero primero reflexionó sobre cómo gastó el premio del campeonato mundial y su primer contrato con Atlas, cuando se compró un BMW 135 a sus 17 años.
“Me dijo mi papá antes de ser futbolista, tu vas a comprar tu carro con tu dinero, yo te voy a poner la mitad, pero tu lo compras con tu dinero, eso me lo dijo a los 12 años. Fui teniendo participación en el futbol y soy campeón del mundo, y me acuerdo que nos pagaron un cheque por ser campeones, nos dieron 180 mil pesos y firmó un contrato con Atlas con premios. Empiezo a hacer cuentas, mi jefe me dijo que me iba a dar la mitad y dije ‘muy fácil, me alcanza el BMW”
“Agarré el 135, a ver jefe aquí está. Mi jefe ya me había dado un carro cuando entré a las categorías del Atlas, entrenaba lejísimo y con 15 años ya me aventaban el carro. Después de que me dio el carro, le digo 'este carro vale tanto, se lo regreso, con lo que había juntado me alcanza el BMW 135'”
Cuando lo subieron al primer equipo de los rojinegros con un BMW, los jugadores reaccionaron como si el Pollo ya hubiera perdido el piso y que le decían que mejor comprara departamentos con ese dinero.
“Llego al Atlas, campeón del mundo, me mandan al primer equipo y en mi 135. Volteaban los de Primera División y dijeron ‘este muchacho está desubicadisímo’ y ahí no entendía. Todos me decían ‘mejor cómprate un departamento’ y yo para qué quiero un departamento, tengo la casa de mis papás. El carro costaba como 500, 600, era un carro importante hace 13 años. Estaba la Pájara Chávez, me tocaron compañeros muy buenos en su momento”
Sin embargo, Briseño recordó que los jugadores tienen que madurar a temprana edad y tienen un capital importante de dinero en el que nadie les enseña qué hacer con él y hay ocasiones que está bien comprarse un carro y otras en las que no.
“El futbolista llega y está bien comprarse su carro, pero hay que ver dónde vivía antes. Porque muchos vivían antes en casa club, con su familia que tienen carencias, y vas y estacionas tu carro donde faltan muchas cosas, ahí sí está mal. Pero si estás bien, porque no darte un impulso de que haces las cosas bien. El futbolista empieza a madurar antes, le exiges que a los 17 empiece a tomar decisiones financieras de un cabrón de 35, por el dinero que genera alguien de 35 años”
