Mientras el grueso de atletas que participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ya vive su día a día habitual, los seis representantentes de las Islas Cook apenas pudieron llegar a sus hogares, debido a las restricciones que hay en Oceanía por la pandemia de covid-19.
La delegación debió hacer escala en la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda, pero el descubrimiento de la variante Delta hizo que entrara en cuarentena, lo que los detuvo casi dos meses en ese sitio a espera de que se levantaran las restricciones y pudieran tomar el vuelo a su país.
No obstante, las peripecias no acabaron ahí, ya que después hicieron escala en la ciudad de Christchurch, también en Nueva Zelanda, antes de viajar a Islas Cook, y ahí debieron parar otros 15 días.
Y para finalizar, una vez en su tierra, tendrán que lidiar con un nuevo parón más, aunque ya con la seguridad de que no transmitirán el virus a ninguno de los pobladores.
"Algunos días fueron buenos, pero otros no tanto", reconoció Hugh Graham, presidente del Comité Olímpico de ese país.
"Lo último que queremos es que Covid llegue a Rarotonga, las Islas Cook", abundó el directivo.
