Cuando el Santo mostró su rostro en televisión nacional en un programa con Jacobo Zabludovsky, el Hijo del Santo tenía 22 años y apenas dos como luchador. Ahora, 41 años después, en su gira del retiro, el Enmascarado de Plata comprende y justifica a su padre, pero no quiere emularlo.
“No haría lo que mi papá hizo, no se la quitó pero no lo haría. Creo que lo que quiso hacer era dar un poquito de justicia del ser humano que estaba debajo de (la máscara), pero creo que no es necesario.
“Me voy con mi máscara intacta, seguiré siendo el Hijo del Santo por unos años más, pero en otras cosas”, dijo en conferencia de prensa.
Conservar el misticismo de la identidad
Al Hijo del Santo no le gusta que se difundan fotografías de su supuesta cara, pues él se esmera en no revelar su imagen al público; incluso admitió se ha esforzado tanto que tiene amigos que no saben que él es luchador.
“Lo triste es que hay supuestas fotos mías en internet, pero creo que no se vale que se estén publicando. (Están) los casos del Santo y Blue Demon, que nunca perdieron la máscara, y si mi papá se levantó la máscara (hasta la nariz), no se le vio lo demás, entonces qué necesidad de publicar su rostro.“Yo me cuido porque siempre traigo lentes, cubrebocas, gorra, medio me disfrazo y trato siempre de no ir a lugares que yo sé que me pueden ubicar”, añadió.
Hijo del Santo no tiene nada de qué arrepentirse
A lo largo de su trayectoria, el Hijo del Santo luchó en varias partes del mundo, conquistó campeonatos y ganó más de 70 luchas de apuesta; sin embargo, existen luchas que prevalecen en su memoria.
“Siempre menciono la máscara contra Kato Kung Lee, las cabelleras de Eddie Guerrero y Love Machine, pero no puedo olvidar la cabellera de Lobo Rubio, fue uno de los grandes maestros que tuvo el Hijo el Santo dentro del ring, y quitarle la cabellera no fue fácil; quitarle la máscara a Silver King no fue fácil, a Avión Chino, Doctor Cerebro y al Ángel Blanco Jr. Lo que sí puedo decir es que uno de mis rivales más difíciles fue el señor Perro Aguayo”.
Para su fortuna, al Hijo del Santo no le quedó ningún pendiente en su carrera, está satisfecho con sus logros y arenas conquistadas, a pesar de que nunca se enfrentó a Blue Demon Jr en una lucha de apuestas.
“Todos mis sueños se fueron logrando: luché en todas las empresas en México (...); estuve en WWF –hoy WWE-, con grupo de luchadores puertorriqueños, mexicanos y japoneses; he conquistado muchas máscaras, cabelleras y campeonatos de todas mis divisiones, y modestamente no hay nada que haya quedado pendiente. Creo que todos los sueños que he tenido como deportista se han logrado y este último sueño se está logrando: despedirme dignamente”, sentenció.
