Hace apenas una década, hablar del deporte femenino era hacerlo desde la esperanza: “algún día crecerá”, decían directivos, marcas y medios. Hoy la conversación cambió de tono. Los números no sólo acompañan, sino que marcan récords. Las mujeres no solo conquistan medallas: también transforman la economía deportiva mundial.
El deporte femenino ha dejado de ser una apuesta a futuro para convertirse en un mercado en plena expansión que redefine la industria global.
Lejos de ser un complemento del deporte masculino, las atletas, ligas y audiencias femeninas representan hoy un motor económico con cifras récord, tanto en ingresos directos como en consumo cultural y de mercado.
De acuerdo con Deloitte, en 2025 los deportes de élite femeninos alcanzarán ingresos globales por 2 mil 350 millones de dólares, un salto histórico si se compara con los 981 millones de 2023 o los 692 millones de 2022. En apenas tres años, el crecimiento supera el 240 por ciento, un ritmo que pocas industrias culturales han logrado.
La fuente de ese dinero habla de una industria cada vez más robusta. Los patrocinios y asociaciones comerciales representan la mitad de la bolsa con alrededor de mil 260 millones de dólares (54 por ciento), seguidos de los derechos de transmisión con cerca de 590 millones de dólares (25 por ciento) y los ingresos los días de partido entre taquilla y consumo en estadios con unos 500 millones de dólares (21 por ciento ).
Pero lo más llamativo es que ya no todo gira en torno al futbol . El dinamismo del mercado también muestra cambios de liderazgo. Mientras que el futbol femenino sigue siendo el deporte de mayor proyección, con 820 millones de dólares proyectados para 2025, el baloncesto femenino amenaza con tomar la delantera y alcanzar los mil 030 millones de dólares, equivalente al 44 por ciento del total mundial.
MÁS ALLÁ DE LA CANCHA: CONSUMO Y MERCADO
La fuerza de las mujeres en el deporte no se limita a los estadios ni a las pantallas. El mercado global de ropa deportiva femenina alcanzará este año los 335 mil 000 millones de dólares y se espera que escale hasta 634 mil 600 millones hacia 2034, con un crecimiento anual de 6.6 por ciento. La tendencia athleisure (el uso de ropa deportiva con estilo, como pantalones de running, sudaderas con capucha y zapatillas deportivas, y que es socialmente aceptable en casi todas las situaciones y en las redes sociales), ha convertido a las consumidoras en uno de los principales pilares financieros de la industria deportiva.
Según la consultora Grand View Research, en el segmento de activewear, en 2024 el mercado global ascendió a 406 mil 830 millones de dólares, de los cuales las mujeres generaron más de la mitad: 210 mil 874 millones de dólares. Este consumo no solamente refleja interés por la práctica deportiva, sino también una apropiación cultural de la identidad deportiva en la vida cotidiana.
AUDIENCIAS EN EXPANSIÓN
El impacto femenino en la industria también se observa frente a la pantalla. El Mundial Femenino de futbol del 2023 fue el evento femenino más visto de la historia, con una audiencia acumulada de casi 2 mil millones de personas. Según ONU Mujeres, la cobertura mediática de los deportes femeninos pasó de apenas 5 por ciento en 2019 a cerca de 16 por ciento en 2022, con previsiones de alcanzar 20 por ciento en 2025 si la tendencia continúa.
La brecha con el deporte masculino persiste, pero se acorta: 73 por ciento de la población mundial declara ver deportes femeninos al menos algunas veces al año, frente al 81 por ciento que consume deportes masculinos con la misma frecuencia.
En México, el consumo ofrece un dato revelador: el 40 por ciento del público más activo del futbol en streaming está compuesto por mujeres de entre 25 y 34 años, superando a los grupos masculinos más jóvenes, tradicionalmente considerados como la base principal de la afición. Esto convierte al público femenino no sólo en espectador, sino en protagonista del futuro del deporte nacional.
RETOS Y OPORTUNIDADES
Las cifras muestran un presente prometedor, pero también los desafíos pendientes, pues el crecimiento contrasta con las condiciones laborales.
La FIFA reveló que el salario promedio de una futbolista en el mundo es de apenas 10 mil 900 dólares al año. Mientras las marcas multiplican ingresos y las audiencias responden, muchas jugadoras siguen enfrentando contratos precarios, viajes en condiciones desiguales y falta de inversión en infraestructura.
Aun así, el fenómeno es irreversible. Las nuevas generaciones de fanático, el interés de las marcas y el crecimiento sostenido de los mercados asociados consolidan a las mujeres como protagonistas de la economía deportiva. El reto para federaciones, ligas y gobiernos será capitalizar esta ola para garantizar que el impulso económico se traduzca en desarrollo deportivo, equidad laboral y sostenibilidad a largo plazo.
El impacto económico de las mujeres en la industria del deporte ya no puede medirse en promesas, sino en cifras.
Desde los miles de millones que generan las ligas y los patrocinios, hasta la fuerza del consumo y la audiencia global, la mujer se ha consolidado como un actor central en el ecosistema deportivo.
El futuro no es una posibilidad: ya está ocurriendo, y la pregunta que queda es si las estructuras tradicionales del deporte estarán a la altura de este nuevo poder de las mujeres.
De los estadios llenos en Madrid o Los Ángeles, a las transmisiones que rompen récords en México, el poder económico de las mujeres en el deporte ya no es una promesa: es una realidad que mueve miles de millones.
La atleta ya no solo inspira; también vende. La aficionada ya no acompaña; consume. Y la industria, que alguna vez subestimó este mercado, empieza a entender que el futuro del deporte globaltiene rostro femenino.
FUENTES DE INGRESO EN EL DEPORTE FEMENINO
- Patrocinios y asociaciones comerciales - 260 millones de dólares (54%)
- Derechos de transmisión - 590 millones de dólares (25 %)
- Ingresos generados los días de partido - 500 millones de dólares (21%).
EL NÚMERO
- 40 % del público más activo del futbol en streaming son mujeres de entre 25 y 34 años.
- 2 mil millones de personas vieron el mundial femenino del 2023
EL DATO
La FIFA reveló que el salario promedio de una futbolista en el mundo es de apenas 10 mil 900 dólares al año.
