El ahora extécnico del América, Santiago Solari, se vuelve a marchar del futbol mexicano por la puerta de atrás y seguido por todo tipo de cuestionamientos que van más allá de sus resultados en la cancha. Pareciera que las historias de actitudes y acciones son también el punto de quiebre.
Su cese fue motivado, obviamente, por el bajo rendimiento de las Águilas, porque en ocho jornadas del actual torneo consiguió un triunfo, tres empates y cuatro derrotas, para un promedio de efectividad de 28.58 por ciento.
Números que contrasta con su pasado reciente. En el 2021, en dos torneos, obtuvo 26 victorias, 12 igualadas y 13 descalabros, con 60 por ciento de rendimiento, lo que parecía era crédito suficiente para alargar su estadía en las instalaciones de Coapa, pero la presión lo alcanzó y terminó dejando al equipo.
En América creen que Solari 'pisoteó principios'
Hacia el interior de la institución parecería que el despido de Solari fue una de las mejores decisiones tomadas en tiempos recientes, porque se tiene la impresión de que durante su gestión pisoteó varios principios del club dentro y fuera del terreno de juego que terminaron por deteriorar la imagen americanista.
Algunas actitudes de Santiago, al menos en el futbol mexicano, no son nuevas, o al menos se tiene el registro que este tipo de situaciones también le generaron problemas en su etapa como jugador del Atlante entre 2009 y 2010, cuando era dirigido por el profesor José Guadalupe Cruz.
Santiago llegó secundado por su paso por el Real Madrid e Inter de Milán en el Viejo Continente, es decir, era la figura que ficharon los atlantistas principalmente para hacer frente al Mundial de Clubes de aquella época, y como tal siempre fue tratado.
Pero en una ocasión no soportó que el Profe Cruz durante un partido le pidiera un mayor esfuerzo. “Santiago Solari viniendo de Europa nos vino a ver como una liga menor y por consiguiente si estamos dentro de la liga todos éramos menos”, recordó en entrevista hace un par de años José Guadalupe Cruz.
Continuó el Profe Cruz: “Alguna vez tuve un desencuentro con él, era un partido del Atlante jugando de local en Cancún, hay una pelota donde el rival trata de salir jugando, y yo lo conmino, le grito para que vaya a tratar de recuperar ahí en su propia área, la salida del rival y se voltea y me comienza a decir de todo, levantaba las manos, pero jamás lo insulté, solo le pedí que hiciera un esfuerzo”.
La situación se fue hasta los vestidores: “Terminamos ahí mal e inclusive en el vestidor hubo algunas palabras y después al otro día se aplaco todo. Pero a mí me dio la impresión de que Solari demeritó, despreció a la liga mexicana, menospreció al Atlante y por consiguiente me menospreció a mí como entrenador y eso no habla de una grandeza, creo que la grandeza es cuando eres humilde”.
Todo indica que una vez más Santiago Solari lo volvió hacer en el América, sus acciones más allá de la cancha también pudieron haber marcado su destino y salida.
Algo pasó en el camino
Con el cese de Solari se pensaba al menos hacia el exterior del América, que el candidato natural para ser el técnico interino era Gilberto Adame, parte del cuerpo técnico, pero un hombre allegado a la directiva, mientras se continuaba en la búsqueda del próximo estratega.
Pero algo sucedió durante las horas de movimientos que se vivían en Coapa, que terminaron por dar un giro y Gilberto Adame habría renunciado por cuestiones personales, aunque trascendió que El Lagarto también llegó a pensar que podría asumir de manera interina el control del equipo.
