La resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ratificando la exclusión del Club León del Mundial de Clubes 2025, es un golpe directo a las entrañas de Grupo Pachuca, una decisión que podría mantener encendidas al rojo vivo, las diferencias que existen entre los dos bandos que componen la Asamblea de Dueños de la Liga MX.
Aunque la determinación de echarlos de la justa de clubes fue de FIFA, por incumplir el artículo 10 del Reglamento del torneo relativo a la multipropiedad, y que fue apoyado con el fallo del TAS, quizá de manera figurativa los dueños de Tuzos y Esmeraldas, podrían llegar a la junta de finales de mayo, con la escopeta al cuello para defenderse.
El denominado Grupo de los 8 que encabezarían Pachuca y León, será un contrapeso importante en las propuestas que votarán en la reunión de finales de este mes, donde los otros integrantes como Rayados, Tigres, Atlético de San Luis, FC Juárez, Guadalajara y Toluca, jugarán un papel fundamental.
El otro batallón que se supone integran Xolos de Tijuana, Querétaro, Santos, Atlas, Necaxa, Mazatlán, Puebla y América, también arriba a dicha reunión con sus argumentos para seguir pujando por temas fundamentales como es el dar el nombramiento ya oficial a Mikel Arriola como presidente Comisionado de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
De esa ratificación dependerían en gran medida los otros puntos a tratar, como es la instauración del Fondo de Inversión y sus derivados, como sería la idea de incrementar de 18 a 20 los clubes en la Liga MX con la venta de dos plazas para la Temporada 2026-2027, para cerrar por tiempo indefinido el ascenso y sobre todo el descenso.
Pero otro tema que seguramente estará en discusión, es la erradicación como se ha buscado desde hace más de 20 años de la multipropiedad, el ejemplo de lo que acaba de suceder con el León, debe servir como la pauta para no dar marcha atrás, eso lo saben los dirigentes sobre todo aquellos que tienen más de un club por las razones que sea.
Así que mucho estará en juego de cara a la reunión de los principales inversionistas en la industria del futbol mexicano, desde ahora se puede pronosticar que será intensa, rígida, y donde los objetivos de cada uno de los grupos involucrados, podría marcar de manera contundente el futuro en lo deportivo, económico y lastimosamente político.