
A unos días antes de que comiencen las vacaciones de Semana Santa, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha emitido una alerta sobre el estado sanitario de algunas playas en México, revelando que seis de ellas no son aptas para actividades recreativas durante el periodo vacacional.
Tras un minucioso análisis llevado a cabo por la Cofepris en colaboración con las autoridades sanitarias estatales en los 17 estados costeros del país, ha surgido un informe preocupante, que alarmó a la institución acerca del estado de las playas.
El estudio que abarcó 289 playas distribuidas en 76 destinos turísticos, implicó la recolección de dos mil 238 muestras de agua en 393 puntos distintos.
Aunque el 98% de las localidades evaluadas cumplieron con los criterios de calidad para considerarse aptas para actividades recreativas, el hallazgo de seis playas contaminadas ha resaltado la necesidad imperiosa de intervención y la implementación de medidas correctivas para garantizar la salud pública.
Con el objetivo de promover la transparencia y la conciencia ambiental, la Cofepris ha puesto a disposición del público los resultados completos de estos análisis a través de su página web oficial.
Esta medida busca informar de manera detallada sobre la calidad del agua en las diversas playas del país, fomentando así una cultura de precaución y cuidado ambiental.
¿Qué playas son un riesgo para la salud según Cofepris?
A través del comunicado, la Cofepris explicó que seis playas no son aptas para uso recreativo de la población. Mismas que se encuentran en Guerrero y Baja California.
Las playas que representan un riesgo para la salud en Guerrero son:
- Tlacopanocha
- Carabalí
Mientras que en Baja California se ubican las otras cuatro:
- Rosarito
- Rosarito I
- Tijuana
- Tijuana I
¿Qué riesgos para la salud puede tener estar en una playa contaminada?
Permanecer en playas con altas concentraciones de residuos fecales puede acarrear diversos riesgos para la salud.
El contacto con aguas contaminadas por estos residuos puede provocar: infecciones gastrointestinales, diarreas, infecciones en ojos, oídos, nariz y garganta, así como enfermedades de la piel como dermatitis. También se pueden contraer enfermedades más graves como la hepatitis A.