
Hablar de vino es hablar de historia, cultura y sobre todo, de gusto personal. Así lo explica Miriam Montes, sommelier y colaboradora de Grupo Vidanta, quien con pasión y conocimiento nos lleva de la mano por el mundo de los vinos, desmitificando conceptos y ofreciendo consejos prácticos para disfrutar de esta bebida ancestral.
Durante una reciente cata, Montes compartió con los asistentes cómo la elección del vino adecuado depende en gran medida del momento en el que se encuentra cada persona en su relación con esta bebida. "Si alguien me dice ‘me encanta el vino dulcito’, sabemos que hay miles de vinos que probablemente no le gusten, por lo que podemos ofrecerle uno que lo ayude a evolucionar en su paladar", explicó.
Para Montes, la calidad de un vino es una apreciación personal. "Podemos decir ‘me encanta’ o ‘es mi favorito’, pero lo importante es entender las características que nos gustan y compartirlas para saber si tenemos gustos similares con otra persona", comentó.

Además, detalló un aspecto técnico fundamental: el nivel de alcohol en el vino. "Cuanto más azúcar tiene la uva, mayor será el grado alcohólico del vino", señaló. En climas cálidos, como California, las uvas acumulan más azúcar y, por lo tanto, los vinos pueden alcanzar hasta 15 grados de alcohol, mientras que en regiones más frías, como Burdeos, el porcentaje es menor, alrededor del 12%.
México tiene una larga tradición vinícola, influenciada por misioneros y colonos europeos. Un ejemplo destacado es la bodega L.A. Cetto, de raíces italianas, pero con una identidad plenamente mexicana. "Es una de las más grandes del país y mantiene una calidad constante en sus vinos", afirmó Montes. De hecho, recordó que en un curso en Estados Unidos sirvieron un Cetto Viognier a ciegas, demostrando el reconocimiento internacional de la bodega.
¿Vale la pena una botella de 150 mil pesos?
Para Montes, cada botella de vino es un "mensaje de otro tiempo". Si alguien decide invertir en una botella de este precio, más allá del costo, lo valioso es la experiencia que representa. "Si la persona lo va a disfrutar y entender, es fenomenal", sostuvo.

El mundo de las bebidas fermentadas no se limita al vino. Montes habló también del sake japonés, que se fermenta a partir del arroz y se debe tomar frío para disfrutar mejor su sabor. "Entre más caliente se sirva, más se percibe el alcohol", advirtió.
Por otro lado, el vino caliente, popular en Europa en épocas invernales, se aromatiza con especias y se calienta para combatir las bajas temperaturas. "Aquí no sufrimos tanto frío, pero en Alemania y otros países, es una tradición muy arraigada", explicó.
Montes cerró su charla recordando a los asistentes que el vino es más que una bebida: es historia, ciencia y placer. Así que la próxima vez que descorches una botella, recuerda que cada sorbo lleva consigo siglos de tradición y conocimiento. ¡Salud!
<p>Cinco curiosidades sobre el vino</p>
2. Más calor, más alcohol: Los vinos de regiones cálidas, como California o Australia, suelen tener mayor graduación alcohólica porque las uvas acumulan más azúcar, lo que genera más alcohol durante la fermentación.
3. El vino y los taninos: Esa sensación de sequedad en la boca al tomar vino tinto se debe a los taninos, que buscan proteínas. Por eso, combinarlo con queso o carne hace que el sabor sea más equilibrado.
4. El secreto del vino espumoso: El champagne y otros vinos espumosos contienen burbujas porque el dióxido de carbono producido en la fermentación queda atrapado dentro de la botella.
5. México, tierra de vinos históricos: Aunque muchos piensan en Europa al hablar de vino, México tiene una tradición vinícola de más de 400 años, iniciada por los misioneros españoles. La bodega más antigua de América es Casa Madero, fundada en 1597 en Coahuila.