
Contar con una pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es uno de los principales objetivos financieros para millones de trabajadores en México. Sin embargo, existen situaciones que pueden poner en riesgo este derecho sin que los afiliados lo noten. En 2025, con los requisitos en constante actualización, es clave conocer las principales causas que podrían llevarte a perder tu pensión del IMSS.
¿Cuáles son las principales razones por las que podrías perder la pensión del IMSS?
Uno de los aspectos fundamentales es el número de semanas cotizadas. La Ley 97 exige 850 semanas en 2025, y esta cifra aumentará gradualmente hasta alcanzar las 1,000 semanas en 2031. Por su parte, quienes cotizan bajo la Ley 73 requieren un mínimo de 500 semanas. No cumplir con este requisito es una de las principales razones por las que un trabajador no podría acceder a su pensión al llegar a la edad de retiro.
Otro factor importante es la vigencia de derechos. Si dejas de cotizar al IMSS durante un periodo prolongado, puedes perder este beneficio. El tiempo de conservación de derechos depende de las semanas acumuladas previamente; por ejemplo, con 1,000 semanas cotizadas, dispones de un periodo adicional de casi 5 años para reclamar tu pensión.
Además, si un trabajador fallece antes de acumular al menos 150 semanas, sus beneficiarios no podrán acceder a la pensión por viudez, salvo que el deceso haya ocurrido por riesgo de trabajo. Asimismo, reincorporarse al empleo sin notificar al IMSS también puede cancelar el pago mensual de la pensión, especialmente si se omiten requisitos como el periodo de espera o el cambio de puesto.
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— IMSS (@Tu_IMSS) June 2, 2025
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¿Qué otras situaciones pueden afectar tu pensión del IMSS?
No cumplir con los requisitos para obtener la pensión de invalidez es otra causa frecuente. Se requieren al menos 250 semanas cotizadas para obtener este beneficio si la invalidez no está relacionada con el trabajo. Si no se alcanza este mínimo, el IMSS puede rechazar la solicitud.
Ante estos riesgos, es recomendable mantener actualizado tu historial de cotización, conocer las reglas vigentes y considerar alternativas de ahorro complementario, como los planes personales de retiro (PPR). Así podrás fortalecer tu seguridad financiera y asegurar un retiro estable.