
Esta vez, no hubo tregua, ni siquiera después de diez horas de narcobloqueos, balaceras, incendios y de gente allegada al Cártel de Sinaloa que hizo muchos desmanes, incluido el robo de autos a ciudadanos que ni la debían ni la temían.
La recaptura de Ovidio Guzmán, el líder de una célula del grupo delincuencial que formó su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue sin dudas ni suspicacias, pues a diferencia de la vez anterior, ya pasa la noche en prisión.
Y es que después de un operativo en la sindicatura de Jesús María, municipio de Culiacán, que requirió de la acción de las fuerzas federales, incluidos el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, entre otras, y luego de hasta casi un día de hechos violentos en territorio sinaloense, El Ratón fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1 del “Altilplano”, en el municipio de Almoloya, Estado de México.
▶️ "Cada que nos visita un presidente de EU, por lo general algo se mueve en el tablero": Óscar Balderas, especialista y colaborador de Milenio, habla sobre la reciente captura de Ovidio Guzmán en Culiacán
— Milenio (@Milenio) January 6, 2023
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'Zona de guerra'
La aprehensión de Guzmán López generó un nuevo Jueves Negro en aquel territorio y otras zonas del estado, donde prevaleció la quema de camiones, disparos al aire y movilización de grupos de choque, que se extendió a la parte norte, principalmente en Ahome, Guasave y Mazatlán.
Mientras, se registraron disturbios en el Centro Penitenciario de Aguaruto, donde se reportó la quema de algunas celdas; sin embargo, el secretario de Seguridad Pública estatal, Cristóbal Castañeda Camarillo, descartó que se hubiera dado una fuga de reos o algún enfrentamiento.