
La catedral de Notre Dame de París volvió a abrir el sábado sus puertas al mundo, cinco años y medio después de su dramático incendio, tras una espectacular restauración admirada por decenas de dignatarios.
"¡Notre Dame, abre tus puertas!" pidió tres veces el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeando con su báculo las puertas de la catedral gótica más famosa del mundo, construida hace más de 860 años.
El coro de la catedral respondió desde el interior invitando a los fieles a entrar, aunque debido al mal tiempo, los cerca de 1,500 invitados, entre ellos el presidente electo estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodimir Zelenski, ya estaban dentro.
El histórico evento fue una oportunidad para la diplomacia, con una reunión previa en el Elíseo del presidente francés, Emmanuel Macron, Trump y Zelenski, cuyo país enfrenta desde hace casi tres años una invasión rusa.
Moment historique. Ensemble nous avons rebâti Notre-Dame. Cœur de Paris. Âme de la France. Joyau de l’humanité. pic.twitter.com/Bo3dGuiDMX
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) December 7, 2024
Ovación para bomberos y artesanos
Han sido más de cinco años de una espectacular reconstrucción a cargo de centenares de artesanos.
Los bomberos y esos artesanos fueron ovacionados al desfilar por la nave entre monarcas, presidentes y jefes de gobierno, tras la difusión de un video de recapitulación de sus proezas.
Trump departió en varias ocasiones con Macron, a corta distancia de la aún primera dama estadounidense, Jill Biden, sentada junto a su homóloga francesa, Brigitte Macron.
Entre los asistentes estaban igualmente el príncipe Guillermo, heredero de la corona británica; el príncipe Alberto de Mónaco, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el multimillonario y propietario de la red social X, Elon Musk.
La ceremonia, en la que alternaron discursos y momentos musicales, fue un momento de alivio para Macron, que puso todo su empeño personal en esta ambiciosa reconstrucción, pero que está confrontado a una grave crisis política.