
Cuando el calor alcanza niveles extremos, cada decisión cuenta, incluso lo que comes. Las ondas de calor en México (especialmente intensas entre marzo y junio) no solo elevan el termómetro ambiental, sino también el interno. Comer en exceso, consumir productos salados o grasas pesadas puede desatar síntomas como fatiga, sudoración excesiva y malestar digestivo.
De acuerdo con el CENAPRED, una onda de calor es un periodo de tres o más días consecutivos con temperaturas por encima del promedio, tanto en el día como en la noche. Estados como Sonora, San Luis Potosí, Guerrero o Baja California han registrado más de 50 °C bajo estas condiciones. En ese contexto, no solo es importante protegerse del sol: también hay que cuidar lo que se ingiere.
La alimentación puede jugar un papel clave: ciertos alimentos deshidratan, elevan la temperatura corporal o demandan un alto esfuerzo metabólico. Reducir su consumo durante una ola de calor puede marcar la diferencia entre el bienestar y un golpe de calor.
Ayer se registraron #Temperaturas máximas de 46.0 grados #Celsius en regiones de #Oaxaca y #SanLuisPotosí. En el gráfico, las tonalidades rojizas indican valores superiores a 35 grados. Más información en ⬇️https://t.co/w7KUYjKyok pic.twitter.com/ljtkx5H4EH
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) May 7, 2025
¿Qué alimentos debes evitar durante una onda de calor?
Durante días extremadamente calurosos, algunos productos no solo no ayudan: pueden empeorar tu estado. Estos son los principales alimentos que conviene evitar o moderar:
- Fritos y grasosos: empanizados, papas fritas, garnachas y comida rápida elevan la temperatura interna y dificultan la digestión.
- Snacks salados y ultraprocesados: embutidos, botanas y sopas instantáneas contienen altos niveles de sodio, que promueven la deshidratación.
- Carnes rojas: requieren más energía para digerirse, lo que genera más calor interno.
- Bebidas azucaradas, energéticas o alcohólicas: lejos de hidratar, intensifican la pérdida de líquidos.
- Dulces industriales y harinas refinadas: elevan la glucosa rápidamente y luego provocan fatiga, pesadez e irritabilidad.
En lugar de estos alimentos, opta por comidas frescas, vegetales, proteínas ligeras (como pollo sin piel o pescado blanco) y frutas ricas en agua como sandía, piña o mango. También prioriza el agua natural y evita bebidas con azúcar añadida o cafeína.
Las olas de calor pueden tener efectos graves sobre la salud, pero muchas veces podemos minimizar el impacto con decisiones simples. Alimentarse correctamente, hidratarse y evitar excesos puede ayudarte a mantenerte fresco y funcional en los días más intensos del año.