
Para muchas personas físicas, el 30 de abril representa una fecha significativa no solo por el Día del Niño, sino también porque es el límite para presentar la Declaración Anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Este trámite es una obligación fiscal para quienes han tenido actividades económicas específicas durante el año anterior.
La Declaración Anual consiste en reportar los ingresos, gastos y operaciones realizadas a lo largo del año. Es fundamental tanto para el SAT, que necesita esta información para un mejor control y recaudación, como para los contribuyentes, que pueden analizar el desempeño de sus actividades económicas. Dejar de presentar este documento puede traer consecuencias importantes.
¿Qué pasa si no hago mi Declaración Anual?
El no cumplir con la Declaración Anual puede derivar en multas económicas y problemas en el historial crediticio del contribuyente. Existen dos tipos de sanciones principales: una por no presentar la declaración cuando corresponde, y otra por cada obligación fiscal no cumplida.
Las multas varían dependiendo de la falta:
- Por no presentar la declaración, van desde los $1,400 hasta los $17,370 pesos.
- Si se presenta fuera de tiempo o no se atienden los requerimientos, las multas pueden llegar hasta los $34,730 pesos.
Para quienes están obligados a presentar sus declaraciones por Internet y no lo hacen, las sanciones van de $14,230 a $28,490 pesos.
Además, no presentar la declaración anual puede afectar tu historial en las Sociedades de Información Crediticia, como el Buró de Crédito o el Círculo de Crédito. Esto significa que, en caso de querer solicitar un crédito, podrías enfrentar mayores dificultades o tasas de interés más altas.
Consejos para evitar problemas con tu Declaración Anual
- Para evitar sanciones, sigue estos consejos:
- Organiza tus facturas y documentos fiscales antes de finalizar el año.
- Solicita a tiempo los comprobantes fiscales (CFDI).
- Identifica los gastos deducibles.
- Busca asesoría de un contador si es necesario.
- Ten disponibles tus constancias de percepciones y retenciones.
Declara siempre todos tus ingresos y respeta las fechas límite establecidas.
Cumplir con tus obligaciones fiscales no solo te evita multas, también te ayuda a mantener una buena salud financiera y crediticia.