 
 Las semillas de calabaza, conocidas como pepitas, se convirtieron en un alimento importante en la dieta de las personas en México, que gozan de gran cantidad de nutrientes, aunque su consumo genera diversas posturas.
La textura que tiene la cáscara de las pepitas genera polémica a la hora de comerse, ya que mucha gente la desecha por su grosor y la presencia de tejidos fibrosos.
El consumo de la cáscara de la semilla de calabaza fue asociado con el empacho y aunque que la composición de la misma puede causar malestar estomacal en el organismo de varias personas, también le atribuyen propiedades nutrimentales.
La semilla de calabaza tiene nutrientes como proteínas, fibra, vitaminas A, K y B, así como Omega 3 y 6, también minerales como magnesio, manganeso, hierro y zinc, y con propiedades antioxidantes. Un alimento ideal para personas que padezcan diabetes.
La mayor parte de las propiedades están en el interior de la semilla de calabaza, pero también pueden estar presentes en la cáscara. Aunque en caso de consumirla, recomienda masticar la parte fibrosa antes de la deglución para que el proceso digestivo sea mejor
Las pepitas son una de las botanas más consumidas en México, y concentra niveles calóricos que deben ser aprovechados al realizar actividades físicas, por lo que se recomienda moderar su consumo.

 
 