Juegos Olímpicos

John Stephen Akhwari, el más grandioso último lugar de la historia

El Maratón de los JJ.OO. de México 1968 tiene un apartado muy especial para el corredor que terminó al último en la competencia; su mensaje resultó tan inspirador como una medalla de oro.

Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
Sujeta con ambas manos ese bastón que ahora utiliza para poder caminar y exhala profundo una bocanada de aire, pues para John Stephen Akhwari recordar aquellos Juegos Olímpicos México 68, significa revivir ese preciso momento en el que logró trascender en el deporte más allá de cruzar la meta en último lugar.

Era el kilómetro 19 de los 42.195 que comprenden la prueba de la maratón, cuando cayó al suelo producto de una estampida entre otros competidores. Su rodilla derecha quedó luxada y los doctores le recomendaron abandonar la carrera, fue así que se erigió su leyenda.

"Me sentí muy mal porque supe que no ganaría esa carrera. Tengo el espíritu ganador y sabía que podía ganar, pero porque me lesioné, ya no pude", describe Akhwari a Mediotiempo de vuelta en la Ciudad de México, 50 años después de aquella proeza.

El oriundo de Mbulu, Tanganica, se levantó y terminó la competencia cojeando y con la rodilla vendada, en una muestra de coraje y espíritu deportivo que lo convirtió en estandarte del olimpismo.

Así como él, sus primeras palabras tras cruzar la meta quedaron para la posteridad. “Mi país no me envió a 5 mil millas para comenzar la carrera, me enviaron a 5 mil millas para terminarla”, una frase replicada en múltiples ocasiones para explicar su gesta.

"Me siento muy orgullo de que el mensaje que he enviado ha dado la vuelta al mundo y espero que ayude a las generaciones más jóvenes a ganar más trofeos o que ganen en lo que sea que hagan en sus vidas", dice el tanzano de 80 años.

John Stephen era uno de los cuatro representantes de Tanzania en la justa olímpica. Su país apenas había logrado siete años atrás su independencia, por lo que buscó dejar un mensaje de honor en nombre de su joven nación.

"Me lesioné y solo estuvimos dos semanas aquí, la gente esperaba que volviéramos más temprano y no fue así. La noticia de nuestro regreso no fue muy popular, pero aún así, también hubo una gran recepción en casa", recuerda Akhwari con una sonrisa, sin soltar su bastón.

El Comité Olímpico Internacional calificó su resultado como ‘El más grandioso último lugar’. Medio Siglo después, será reconocido durante el Maratón CDMX 2018, como parte de los festejos del 50 Aniversario de México 68.

"Estoy muy feliz de estar aquí. (Después de aquellos JJ.OO.) me sometí a tratamiento dos semanas aquí, después regresé a casa y me quedé un mes. Luego regresé a entrenar y participé en otras competencias", zanja.
Mediotiempo

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