
Con tantas horas que pasamos en el trabajo, es natural que surjan vínculos que van más allá de lo profesional. De hecho, se estima que más del 50% de los trabajadores en México ha tenido un romance laboral.
Pero justo cuando la cosa se pone interesante, aparece el miedo: ¿Me pueden despedir si se enteran? ¿Estoy violando alguna regla? La respuesta corta es no, pero la realidad, como siempre, tiene letra pequeña.
¿La ley me prohíbe enamorarme en el trabajo?
La Ley Federal del Trabajo (LFT) no contiene ningún artículo que prohíba las relaciones amorosas entre compañeros. Tu vida privada está protegida por la ley. El simple hecho de tener un noviazgo con alguien de la oficina no es una causa justificada de despido según el artículo 47 de la LFT, que enlista los motivos por los que un patrón puede rescindir un contrato.

A pesar de que no te pueden correr por el romance en sí, sí se puede por las consecuencias de esa relación si afecta tu desempeño o el ambiente laboral. Las empresas se protegen a través de varias vías:
- Reglamento Interno de Trabajo: Cada empresa tiene sus propias reglas. Aunque no pueden prohibir las relaciones de tajo, sí pueden establecer políticas para regularlas. Por ejemplo, pueden exigir que se notifique a Recursos Humanos o prohibir las muestras de afecto. Ignorar estas normas sí puede ser motivo de sanción.
- Conflicto de intereses: Este es el punto más delicado. Si la relación es entre un jefe y un subordinado directo, las alarmas de la empresa se encienden. Se pueden generar sospechas de favoritismo en ascensos, evaluaciones o aumentos de sueldo.
- Baja de productividad: Si el romance se traduce en pleitos públicos, distracción constante o una caída en tu rendimiento, la empresa tiene todo el derecho de intervenir.
- Faltas a la honradez: Si la relación lleva a que uno cubra los errores del otro, se compartan secretos de la empresa o se usen recursos para fines personales, se puede considerar una falta grave que sí justifica un despido.

¿Qué pasa si soy el jefe en un romance laboral?
Si estás en una posición de poder y comienzas una relación con alguien de tu equipo, el riesgo se multiplica. Muchas empresas tienen políticas estrictas que prohíben explícitamente estas relaciones jerárquicas para evitar cualquier acusación de favoritismo o, peor aún, de acoso sexual si la relación termina mal.
En estos casos, la recomendación es ser transparente con el área de Recursos Humanos para que se puedan tomar medidas, como reubicar a una de las personas a otro departamento, para evitar conflictos.
¿Has tenido alguna vez una relación amorosa en el trabajo?
— Artículo 14 (@articulo14_es) September 4, 2025
En conclusión, la ley protege tu derecho a tener una vida personal, pero tu obligación es mantener una conducta profesional intachable en el trabajo. Enamorarse es legal; que ese amor afecte tu trabajo, no.