Una melena abundante adornada con luces en tonos claros adornan los 178 centímetros que mide la saltadora, Oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en triple femenino. Sin duda Ibargüen era la carta fuerte de la edición número 23 de los Centroamericanos y nada podría salir mal.
Las porras, los gritos, los aplausos... todo fue para ella, la reina de la tarde que sorprendió con la calidad que le otorgó un nuevo récord centroamericano con 14.79. No le fue complicado a la mundialista, pues desde su primer intento dejó atrás los 14.57 obtenidos en Veracruz 2014.
Sabía que era su tarde y su escenario. Los labios verdes fueron muestra de la belleza de la mujer que escogió las mejores joyas para portar y dar clases en la prueba que la llevó al Oro en los mundiales del 2013 y 2015. Ella sabe que es la atracción, ella sabe que la “boletería” se agotó, ni las cortesías fueron permitidas.
¡Así se salta ??♀️! Caterine Ibarguen ?? se viste de oro ?. ¡Felicidades @tripleCIbarguen! pic.twitter.com/8XRIQ2KHqa
— Barranquilla 2018 (@Bquilla2018) 2 de agosto de 2018
La emoción siguió aumentando cuando en el cuarto intentó la medición se acercó a los 15 metros, 14.92. La afición se volcó y fue testigo de las poses más sensuales de la nacida en Apartadó, así sedujo a los centenares de lentes que buscaron conseguir congelar la imagen.
Caterine se despidió de Barranquilla escuchando el himno colombiano por segunda ocasión en la justa veraniega. La saltadora olímpica no defraudó y dio muestra de la calidad que la tiene ahora como una de las mejores del mundo a sus 34 años. Se bañó con el Oro en salto de longitud y triple: “me siento orgullosa de ser de Colombia”, dijo ante los más de dos mil asistentes.