Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
La gran Final de la Copa Libertadores este sábado escribirá varios historias, y más allá de que será un hito incontestable en la rivalidad Boca-River, un “plus” está en el panorama del timonel Xeneize, Guillermo Barros Schelotto.
Con un triunfo, River Plate podrá superar las burlas por el descenso que sufrió en 2011, el que desde entonces, Boca no se cansan de recordarles, mientras que del lado bostero una victoria les dará el mayor argumento en la historia para jactarse de su superioridad.
Sin embargo, no es lo único que estará en juego. El mellizo Barros Schelotto busca conseguir algo que su contraparte millonaria, Marcelo Gallardo, ya tiene en su currículum: replicar como entrenador un título de Libertadores que ganó como futbolista.
A esa lista selecta busca entrar Barros Schelotto, quien como jugador ganó los títulos de Libertadores en 2000, 2001, 2003 y 2007, pero aún sin un trofeo como director técnico.
El último en entrar a ese club fue Renato Gaúcho, quien se consagró en Libertadores como futbolista en 1987 y apenas el año pasado 2017 lo consiguió como entrenador de Gremio de Porto Alegre.
Antes de él lo hizo Gallardo, quien en 2015 le arrebató la gloria a Tigres dirigiendo precisamente a River Plate en el Estadio Monumental, mientras que en 1996, desde la cancha, se la quitó a América de Cali.
José Omar Pastoriza es otro del selecto grupo, ya que en 1972, jugando para Independiente, se hizo con la copa más deseada en Sudamérica. Para 1984 lo obtuvo como DT del que hasta hoy es el máximo ganador de Copas Libertadores con 7 trofeos, un récord en riesgo porque un título de Boca empataría los del cuadro de Avellaneda.
EL CURIOSO CASO DE HUMBERTO MASCHIO
Si se trata de hacer historia en Libertadores con logros aún más peculiares que el que ya consiguió Gallardo y ahora busca el Mellizo, Humberto Maschio es el mejor ejemplo.
El apodado Bocha también fue campeón de este torneo tanto como jugador como desde el banquillo, solo que no con el mismo equipo. Quien fuera seleccionado argentino y también italiano conquistó la Copa Libertadores, no solo con equipos diferentes sino con equipos que además son archirrivales.
Maschio ganó la Libertadores jugando para Racing en 1967 y luego también la conquistó en 1973 como entrenador, pero del Independiente, el complemento de la gran rivalidad en Avellaneda.
Con un triunfo, River Plate podrá superar las burlas por el descenso que sufrió en 2011, el que desde entonces, Boca no se cansan de recordarles, mientras que del lado bostero una victoria les dará el mayor argumento en la historia para jactarse de su superioridad.
Sin embargo, no es lo único que estará en juego. El mellizo Barros Schelotto busca conseguir algo que su contraparte millonaria, Marcelo Gallardo, ya tiene en su currículum: replicar como entrenador un título de Libertadores que ganó como futbolista.
A esa lista selecta busca entrar Barros Schelotto, quien como jugador ganó los títulos de Libertadores en 2000, 2001, 2003 y 2007, pero aún sin un trofeo como director técnico.
El último en entrar a ese club fue Renato Gaúcho, quien se consagró en Libertadores como futbolista en 1987 y apenas el año pasado 2017 lo consiguió como entrenador de Gremio de Porto Alegre.
Antes de él lo hizo Gallardo, quien en 2015 le arrebató la gloria a Tigres dirigiendo precisamente a River Plate en el Estadio Monumental, mientras que en 1996, desde la cancha, se la quitó a América de Cali.
José Omar Pastoriza es otro del selecto grupo, ya que en 1972, jugando para Independiente, se hizo con la copa más deseada en Sudamérica. Para 1984 lo obtuvo como DT del que hasta hoy es el máximo ganador de Copas Libertadores con 7 trofeos, un récord en riesgo porque un título de Boca empataría los del cuadro de Avellaneda.
EL CURIOSO CASO DE HUMBERTO MASCHIO
Si se trata de hacer historia en Libertadores con logros aún más peculiares que el que ya consiguió Gallardo y ahora busca el Mellizo, Humberto Maschio es el mejor ejemplo.
El apodado Bocha también fue campeón de este torneo tanto como jugador como desde el banquillo, solo que no con el mismo equipo. Quien fuera seleccionado argentino y también italiano conquistó la Copa Libertadores, no solo con equipos diferentes sino con equipos que además son archirrivales.
Maschio ganó la Libertadores jugando para Racing en 1967 y luego también la conquistó en 1973 como entrenador, pero del Independiente, el complemento de la gran rivalidad en Avellaneda.
