Copa Libertadores

La Plaza de Castilla se hizo 'millonaria' con la Final de la Libertadores

Aficionados de River Plate realizaron una caravana hacia el Estadio Santiago Bernabéu y tiñeron de rojo las calles de Madrid.

River Plate
River Plate
Editorial Mediotiempo
Estadio Santiago Bernabéu
La madrileña Plaza de Castilla, sede de multitud de empresas en la zona norte de la capital española, se convirtió este domingo en zona millonaria, no por la capitalización de sus corporaciones, sino por la presencia de aficionados del River Plate.

Los seguidores de River Plate, que se enfrentará a su máximo rival, Boca Juniors, por el título de la Copa Libertadores en el Estadio Santiago Bernabéu, hicieron suya pasado el mediodía (hora local) la zona norte del paseo de la Castellana, despejado de tráfico por la ocasión.

Venían de realizar el banderazo, una demostración de ánimo para sus jugadores, en el hotel de concentración de River situado en una de la cuatro torres de la zona norte de la capital, donde consiguieron la atención de los futbolistas que entrena Marcelo Gallardo, que bajaron a verlos unos minutos protegidos por un amplio dispositivo policial.

Desde allí fueron bajando, de forma desordenada y tranquila, los gallinas, apelativo que dedican los de Boca a los de River, y que estos han asumido como propio. Muchos aprovecharon los bares cercanos al intercambiador de autobuses de Plaza de Castilla para hacer parada y fonda, y reponer fuerzas de cara a la Superfinal.

Aunque se suponía que seguirían su camino hacia el Bernabéu, los aficionados millonarios encontraron en el escenario de la fan zone de River, ubicado justo al sur de la plaza de Castilla, el lugar para congregarse antes de bajar al estadio.

Todo transcurrió con tranquilidad, con solo los fuegos artificiales y las bengalas como máximo sobresalto. Un espectáculo de pirotecnia improvisado por los seguidores de River que a cuatro horas del encuentro, sembró de colores rojos y de cenizas la Castellana.

La pirotecnia dio el relevo a la música de la fan zone, que se apagó a partir de entonces, con mensajes en las pantallas que recomendaban a los aficionados acceder con tiempo al estadio y hacerlo desprovistos de objetos de más de un metro, fueran pancartas, banderas o paraguas.

Para los millonarios la música no era necesaria, ya que los tambores, los silbatos y los cánticos tomaron el relevo para seguir la fiesta y descontar horas de cara a la Superfinal del Bernabéu.
Mediotiempo

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