Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
Junto a nombres como Juan Carlos Osorio, Matías Almeyda o Ricardo "Tuca" Ferretti aparece el de Jacques Passy, el único mexicano considerado a Mejor Técnico del Año dentro de los premios de Concacaf.
La emoción es evidente en el DT, pero no quiere celebrar nada hasta no verse en la Copa Oro.
Passy es actual técnico de Saint Kitts and Nevis, una isla en el Caribe donde Jamaica, Trinidad y Tobago, Haití y Curazo dominan con su futbol. Ahora, la Liga de Naciones de Concacaf le ha dado la oportunidad de soñar y darle a su proyecto de cuatro años una competencia histórica.
"(La nominación) puede tener efectos positivos y negativos, puede desviar la atención o hacerme vivir en un mundo que no es. Sí es un honor monumental estar entre los candidatos, es lo más importante que me ha pasado en mi carrera, estoy feliz por el cuerpo técnico, jugadores y el país, pero lo mío pasa a segundo término ante la importancia de Copa Oro", explicó en entrevista con Mediotiempo.
La mente del entrenador está enfocada en el importante duelo del próximo 23 de marzo ante Surinam, donde una victoria le daría el ansiado boleto al certamen. Fue una noche, después de seguir con su trabajo de análisis del rival cuando se enteró de su nominación junto a otros siete estrategas.
"Fue una historia rarísima, como técnico de selección nacional estoy obligado a votar so pena de una pena financiera a mi asociación. Entonces, cuando me llega el correo electrónico de las votaciones lo primero que hice fue decir ‘voy acabar este trámite de una vez porque si no ya me pasó que no voté y hubo una sanción’”, recordó.
"Yo estaba por emitir mi voto, lo hice por el Mejor Jugador y árbitro. Abro la sección donde dice Mejor Entrenador del Año de Concacaf y casi me desmayo cuando veo mi nombre. Imagínate mi shock de verme entre los ocho técnicos nominados, porque nadie me había avisado por parte de Concacaf”.
Si bien la nominación es un premio personal, Passy dejó claro que todo es parte del trabajo en equipo con su cuerpo técnico, jugadores y la apuesta de la federación de St. Kitts.
"Opino que los jugadores están muy centrados en el camino que tenemos. Estamos a un partido de ir a Copa Oro, hemos pasado un camino muy largo y estamos entre los 10 mejores equipos de la Liga de Naciones", añadió.
Jacques lleva ya cuatro años con Saint Kitts and Nevis, en ese tiempo ha visto resultados de su trabajo con un avance en el ranking de FIFA del lugar 159 al 73, además de nueve jugadores exportados a lugares como Estados Unidos o Europa y el crecimiento de una pasión por el balompié.
Eso sí, él sabe que su carrera deberá seguir sin el combinado caribeño, pero esa idea no le apresura. La meta de estar en Copa Oro es lo que lo mantiene firme hoy.
"Tengo que estar abierto a crecer en mi propia carrera, buscar selecciones de mayor envergadura o equipos en otro perfil de ligas. No descarto dirigir en Europa, Estados Unidos. He hecho mi carrera fuera, dirigí hace muchos años en México a Dorados de Sinaloa. Estoy acostumbrado a otro futbol, he rechazado ofertas y hay proyectos muy serios, no sé qué pase en los próximos años", mencionó.
La emoción es evidente en el DT, pero no quiere celebrar nada hasta no verse en la Copa Oro.
Passy es actual técnico de Saint Kitts and Nevis, una isla en el Caribe donde Jamaica, Trinidad y Tobago, Haití y Curazo dominan con su futbol. Ahora, la Liga de Naciones de Concacaf le ha dado la oportunidad de soñar y darle a su proyecto de cuatro años una competencia histórica.
"(La nominación) puede tener efectos positivos y negativos, puede desviar la atención o hacerme vivir en un mundo que no es. Sí es un honor monumental estar entre los candidatos, es lo más importante que me ha pasado en mi carrera, estoy feliz por el cuerpo técnico, jugadores y el país, pero lo mío pasa a segundo término ante la importancia de Copa Oro", explicó en entrevista con Mediotiempo.
La mente del entrenador está enfocada en el importante duelo del próximo 23 de marzo ante Surinam, donde una victoria le daría el ansiado boleto al certamen. Fue una noche, después de seguir con su trabajo de análisis del rival cuando se enteró de su nominación junto a otros siete estrategas.
"Fue una historia rarísima, como técnico de selección nacional estoy obligado a votar so pena de una pena financiera a mi asociación. Entonces, cuando me llega el correo electrónico de las votaciones lo primero que hice fue decir ‘voy acabar este trámite de una vez porque si no ya me pasó que no voté y hubo una sanción’”, recordó.
"Yo estaba por emitir mi voto, lo hice por el Mejor Jugador y árbitro. Abro la sección donde dice Mejor Entrenador del Año de Concacaf y casi me desmayo cuando veo mi nombre. Imagínate mi shock de verme entre los ocho técnicos nominados, porque nadie me había avisado por parte de Concacaf”.
Si bien la nominación es un premio personal, Passy dejó claro que todo es parte del trabajo en equipo con su cuerpo técnico, jugadores y la apuesta de la federación de St. Kitts.
"Opino que los jugadores están muy centrados en el camino que tenemos. Estamos a un partido de ir a Copa Oro, hemos pasado un camino muy largo y estamos entre los 10 mejores equipos de la Liga de Naciones", añadió.
Jacques lleva ya cuatro años con Saint Kitts and Nevis, en ese tiempo ha visto resultados de su trabajo con un avance en el ranking de FIFA del lugar 159 al 73, además de nueve jugadores exportados a lugares como Estados Unidos o Europa y el crecimiento de una pasión por el balompié.
Eso sí, él sabe que su carrera deberá seguir sin el combinado caribeño, pero esa idea no le apresura. La meta de estar en Copa Oro es lo que lo mantiene firme hoy.
"Tengo que estar abierto a crecer en mi propia carrera, buscar selecciones de mayor envergadura o equipos en otro perfil de ligas. No descarto dirigir en Europa, Estados Unidos. He hecho mi carrera fuera, dirigí hace muchos años en México a Dorados de Sinaloa. Estoy acostumbrado a otro futbol, he rechazado ofertas y hay proyectos muy serios, no sé qué pase en los próximos años", mencionó.