La responsabilidad de un equipo de futbol va más allá de ganar o perder un partido. Poniendo un gran ejemplo está el Barcelona de Lionel Messi, que acerca el deporte más popular del planeta a un grupo de niños y jóvenes de Irán y Afganistán refugiados en Grecia.
Decenas de personas que viven en campos de refugiados en la Isla de Lesbos encuentra esperanza de un mejor mañana por medio de la pelota, promoviendo el respeto, diálogo y tolerancia entre ellos.
"La vida aquí es mejor que en Irán o Afganistán porque Grecia está libre de conflictos y aquí nos sentimos seguros. No tenemos miedo de que nos maten", cuenta uno de los adolescentes iraníes partícipes del programa del equipo Blaugrana.
Lo mejor es que este plan no es exclusivo para hombres, también las niñas que habitan en los campos de refugiados tienen acceso a la diversión que el futbol proporciona.
"Antes decían que el futbol era cosa de niños, ahora ya no hay diferencias entre nosotros, el futbol también es para niñas", dijo una de las jovencitas afganas.
