Aficionado enfurece por veto al Estadio Jalisco y exige: 'Ya no griten chingaderas'

Habían trazado el plan perfecto: viajar a Guadalajara de trabajo y en la noche ir al Estadio Jalisco a ver al Atlas, pero todo se les vino abajo. A Alfredo Becerril y a Oscar Herrera les cambió la jugada por culpa de un veto y tuvieron que conformarse con estar frente a una televisión en una taquería cercana al inmueble.

Ambos de Degollado, Jalisco, cumplieron con el trabajo y al llegar a un desangelado Estadio Jalisco se dieron cuenta que el encuentro de la Academia ante Xolos sería a puerta cerrada como parte del castigo por los gritos homofóbicos de la Jornada 2 ante Puebla.

“Es como ver a una persona sin alma o sin corazón, simplemente es el puro cascarón; recuerda que el corazón de un estadio es la afición. ¡Ya pórtense bien muchachos! Vamos a disfrutar el partido, no anden gritando chingaderas o griten en su casa. Lo importante es ver el futbol”, dijo Becerril algo molesto.

Al ver que el inmueble estaba cerrado al público no les quedó más que cruzar la calle e internarse en la taquería La Vaca Loca, donde comieron tacos de chistorra.

“Veníamos con la esperanza de ver el partido del Atlas, pero desafortunadamente, por situaciones de educación de la gente, tenemos que pagar las consecuencias las personas que sí tenemos educación. Es una lástima. Será para la próxima”, agregó.

Fueron más de 2 horas y media de camino para llegar a Guadalajara, donde el éxito no fue total.

“No veíamos movimiento hasta que unos amigos nos informaron que no iba a ver juego debido al gesto homofóbico que la gente no entiende que no se tiene que hacer”, dijo.

Los 2 trabajan en el Ayuntamiento de Degollado.

“Salió, nos mandó nuestro jefe a dejar a unas personas y dijimos ahora juega el Atlas, vimos el calendario, tomamos la decisión y aquí estamos”, agregó Alfredo.

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