
Álvaro Fidalgo es una pieza clave para el funcionamiento de América, mueve los hilos en el medio campo, además de que es un jugador con una lectura de juego especial.
De cara a la final contra Toluca, el Maguito destacó que los dos equipos tiene mucho en juego, por un lado las Águilas están a las puertas de un tetracampeonato y los Diablos con el deseo de acabar con casi 15 años de sequía, por lo que consideró que la presión es para las dos escuadras y que el plano mental puede ser clave.
“El tema mental en estos partidos es crucial. Al final creo que los dos equipos tenemos presiones diferentes; ellos que llevan muchos años luchando por el título y nosotros la de conseguir un tetracampeonato. Llegaremos los dos con gran presión, hay que saber manejarla, esa ansiedad, minimizar errores, tener en cuenta detalles contra equipos de gran nivel será fundamental. Hay dos técnicos muy buenos, sabemos que el Turco tiene mucha experiencia en estos momentos, fue campeón varias veces también y nosotros tenemos a André y estoy feliz de tenerlo de nuestro lado. Será un gran partido y ojalá disfrute todo el futbol mexicano”.
Álvaro habló de lo que puede ocurrir a nivel estrategia en esta serie, pero sabe que será diferente a la serie de cuartos de final del torneo anterior, pero sabe que deberán tener cuidado con los Diablos Rojos porque ya han demostrado su capacidad.
“Al final todas las cosas y sistemas que hemos utilizado son de André. Él nos dice la mejor manera, no sé cómo saldrá mañana, será una sorpresa suya. Nos toca ir a entrenar y sabremos un poco sobre ello. La manera en la que jugamos el año pasado fue por cómo atacaba Toluca con laterales muy altos y fue un poco por ahí. Hicimos una gran eliminatoria, dejamos a Toluca sin meter gol que era muy difícil porque venía de ser el equipo con más goles junto con Cruz Azul, lleva muchos torneos donde más goles ha metido y es un equipo con mucho poder ofensivo”.

André Jardine, el artífice del éxito del América
El duelo entrenadores es algo que se antoja en demasía, porque América ha alcanzado su clímax con André Jardine, quien supo amoldar al equipo a su idea y explotar sus mejores capacidades, algo que no se logró con Solari y con el Tano Ortiz.
“Cada técnico tiene sus maneras. Al final en los torneos con Santiago y con Tano fueron por muchos motivos nuestros de los jugadores; con el Tano caímos en tres semifinales distintas y siempre hubo un motivo de parte nuestra, errores que tuvimos contra Toluca y Pachuca. Con Solari los cuartos de final que perdimos veníamos de hacer un excelente torneo regular, pero nos faltó en la Liguilla. Con André conseguimos ese equilibrio. Él es un genio para leer los partidos, la confianza que nos dio, la manera en que el grupo lo quiere y lo respeta, lo que diga va a misa y eso fue un paso muy importante. Tras ganar la primera, la confianza aumentó y dimos un paso al siguiente nivel y así progresivamente. Nos ayudó a ser ese equipo competitivo”, reflexionó.