
Con la llegada de Robert Siboldi al banquillo técnico de Cruz Azul, Rafael Baca ha regresado a ser parte del esquema táctico celeste. El jugador apenas acumula 190 minutos, esto es debido a que con Pedro Caixinha pasó a estar relegado, situación que le causó un poco de frustración.
“Yo pedía bajar a jugar a la Sub-20 para no perder el ritmo, porque volver a agarrar ritmo sí te cuesta, por eso ahora trato de trabajar después del entrenamiento para recuperarlo, creo son decisiones personales, son de gustos y lo traté de tomar muy bien pero sí te entra la frustración y esperaba la oportunidad, ahora me la está dando Robert”, comentó esta mañana en conferencia de prensa.
Asimilar la situación no fue del todo complicado para el mediocampista, pues en una charla con el lusitano se mentalizó del nuevo rol que jugaría en La Máquina.
“El director técnico tiene que confiar en el jugador pero en el caso de Caixinha yo personalmente fui a hablar con él, me dijo en qué situación estaba parado aquí, con este plantel, entonces me lo esperaba, no fue ninguna sorpresa”.
Ahora, Baca se concentra en buscar enmendar el camino de la institución en este Apertura 2019. El cariño del futbolista hacía la institución se fortalece más en momentos críticos como el actual en el que el club se ubica en la posición 13 con apenas 12 unidades de la 30 disputadas.
“He pasado por momentos muy amargos aquí en el club y es así como comienzas a amar a un club, en momentos difíciles como ahora y yo no iba a irme tan fácil. Creo que los ciclos se cierran y cuando eso pase aquí en el club me iré con la frente en alto porque siempre he dado lo mejor de mí y cuando me toca estar afuera he apoyado de la mejor forma. Espero terminar aquí, amo al club, tengo un hijo de 4 años que me canta la canción “Soy celeste”, tan chiquito que no sabe por lo que su papá pasa cuando juega, si eso no me motiva no sé qué me puede motivar”, explicó.