
El partido entre Cruz Azul y León de este martes fue un juego de alto calibre para La Máquina, uno que llegaba después del desgaste emocional que trajo la serie con América y que serviría para evaluar si el conjunto de Vicente Sánchez ha dado un paso al frente o solo se había tratado de un hecho aislado.
Sí, Cruz Azul es una realidad en el momento crucial de la temporada, porque la victoria frente a La Fiera deja en claro que el equipo ha cogido sus mejores sensaciones en el tramo más importante, que llegará como un equipo más cuajado a las fechas en las que se definen títulos y que el entrenador charrúa ha asentado una idea y un estilo que empiezan a convencer a una afición que se ha enganchado con su equipo en el momento ideal, porque en el estadio Olímpico Universitario por primera vez tuvo una gran entrada y su gente salió extasiada por el triunfo in extremis.
La banca marca diferencia
El duelo contra León estaba en un escenario adverso, porque en el primer tiempo los cementeros dieron un par de avisos, pero no encontraron el gol. Y en el complemento La Fiera se puso en ventaja al 58’ con un gol de Stiven Mendoza. Un escenario que invitó a la intervención de su entrenador, porque los esmeraldas -en ese momento-, se despegaban a cuatro puntos de La Máquina.
Y Vicente no especuló, movió ficha: Giakoumakis por Bogusz; Morales por Rotondi y el Toro Fernández por Sepúlveda. Tres cambios con los que su equipo mejoró, pero no encontraba el gol. Después lanzó a Romero por Faravelli. Y fue cuando todo cambió.

Luka Romero es la esperanza
A Romero la constancia le ha costado, el martes entró en un momento crucial, tuvo un tiro que se fue desviado, pero después, tomó la pelota en campo propio, fue analizando la jugada, no se aceleró, conectó en la banda con Rivero y apretó el paso para llegar al área y convertirse en un rematador más, Nacho le encontró y con un buen cabezazo puso la pelota en el fondo de la red para el empate al 84’, solo cinco minutos después de haber entrado de cambio fue la chispa de esperanza que necesita el cuadro celeste.
Amaury, el desparpajo
El ingreso de Amaury Morales fue puro vértigo, el chico de las fuerzas básicas ha cogido una gran confianza, va al mano a mano sin temores y prueba de media distancia. Ante La Fiera le inyectó adrenalina al equipo, tuvo dos tiros de media distancia que fueron veneno puro, uno se quedó en el poste y el otro salió desviado por muy poco, pero después del empate y cuando el juego entraba en la agonía rescató una pelota, encaró a su marcador, se fue de él y tiró una diagonal que encontró al Toro Fernández para que éste lograra el gol de la victoria. Amaury fue la chispa que aceleró el incendio.
El Toro y la eficacia
Al Toro Fernández le ha costado un rosario su paso por La Noria, de a poco ha ido encontrando minutos, en la necesidad Vicente echó mano de él, tuvo un tiro de media distancia que apenas salió por un costado del palo, pero en el tiempo de compensación el instinto lo llevó al área chica, miró a Amaury, se metió entre centrales y con un remate de taco mandó la pelota al fondo para desatar el júbilo del pueblo celeste que celebró un triunfo más.
Cruz Azul, que navegaba en la orfandad tras el abandono de Martín Anselmi, ha encontrado un punto de ilusión con Vicente Sánchez, por ahora ya está en la Liguilla de forma directa y tiene en sus manos acabar entre los primeros cuatro. Ha encontrado un equipo de arranque que luce fuerte, pero sobre todo también ha identificado revulsivos que cambien la inercia de los partidos.
???? LA MÁQUINA EN LA FIESTA GRANDE ???? pic.twitter.com/YmMj69eHbw
— CRUZ AZUL (@CruzAzul) April 16, 2025