
Era su última entrevista pero él no lo sabía. Finalizaba mayo del 2008 y Jaime Belmonte nos recibió con toda la amabilidad que lo caracterizaba en su tienda de deportes; sabía que se le cuestionaría sobre su famoso gol, ese que le significó a México el primer punto en la historia de los Mundiales y que estaba por cumplir medio siglo de haber ocurrido, ese del que todos hablaban pero él vagamente recordaba.
México era el equipo perdedor en Mundiales por naturaleza, desde 1930 todas sus presentaciones eran derrotas, parecía un cheque al portador para los rivales. Algo que no concordaba con la tradición futbolera del país, algo que la Selección buscaba cambiar en Suecia 1958 y que el destino le guardó a Jaime un espacio para que escribiera su nombre con tinta especial.
LA ÉPICA HAZAÑA DEL HÉROE DE SOLNA
En aquella Copa del Mundo, tras el primer juego contra los anfitriones, la historia parecía ser la misma, Suecia ganó 3-0 y cosechó sus dos puntos ‘cantados’ ante el débil México. País de Gales se frotaba las manos, pues tras empatar con Hungría, venía el ‘flan’, parecía que podría amarrar el pase a Cuartos de Final, pero Belmonte les cambió todo.
Al Flaco Belmonte no le gustaba vivir del pasado, pues reiteraba que su memoria de hace medio siglo le fallaba con los detalles. Sin embargo, había una jugada que le seguía erizando la piel, una que nunca olvidó.
Corría el minuto 86 y México perdía con País de Gales 1-0 en el Estadio Rasunda: “Estaba a punto de terminar, nosotros nos habíamos ido con todo al frente, entonces Carlos González abrió a Enrique Sesma por izquierda y mandó el centro, me acuerdo que me le anticipé a los defensas y de cabeza la puse pegada al poste”.
“La gente en el estadio estaba con nosotros, nos gritaban México, México, porque veían cómo nos entregábamos”, confesó emocionado, aunque un tanto apenado al no poder recordar más detalles de aquel momento, “es que soy muy olvidadizo”, respondió mientras esbozaba una leve sonrisa.
Así se concretó el primer punto de la Selección Mexicana en una Copa del Mundo y aunque el siguiente partido fue una derrota de 0-4 frente a Hungría, la historia ya estaba escrita, gracias a aquel cabezazo de Belmonte.

EL EMOTIVO REGRESO A MÉXICO Y EL CONTRASTE POSTERIOR
A pesar de haber sido el último lugar de Suecia 58, con un solo punto y una triste diferencia de goles de -7, la Selección Mexicana fue recibida como nunca antes se había visto, cientos de aficionados se dieron cita en el Aeropuerto del entonces Distrito Federal para recibir al equipo dirigido por Antonio López Herranz, aunque quien llevaba todo el peso estratégico era para Ignacio Trelles.
Sin embargo, cuatro años después de ser la figura, el ‘Flaco’ vivió la otra cara de la moneda al quedarse en el último corte de la Selección que participaría en Chile 62’, “fue algo muy triste, me quedé en la orilla”. Trelles, ahora como responsable total del equipo, decidió dejarlo fuera a unos cuantos días del torneo.
Por si fuera poco, Belmonte nunca tuvo un homenaje por parte de la Federación Mexicana de Futbol, parecía que lo logrado no era mérito suficiente para tener un reconocimiento oficial.
“No he recibido nada de la Federación”, incluso de aquella Copa del Mundo no recuerda haber obtenido ningún premio, “solo nos daban 10 dólares diarios de viáticos, pero de ahí en fuera era por el simple orgullo de representar a México y nos gustaba hacerlo, fue una gran época”, recordó en aquella charla del ya también lejano 2008.
A pesar de todo lo malo, en Irapuato, ciudad que adoptó como casa desde que se retiró como futbolista y donde administró y atendió personalmente su tienda de deportes, es considerado un héroe, el 17 de noviembre de 1963 le hicieron un reconocimiento al convertirse en el primer jugador de la Trinca Fresera en cumplir 100 partidos consecutivos en Primera División.
Belmonte se dio el lujo de ser el máximo anotador en la historia de dos franquicias: con el Cuautla marcó 19 y con el Irapuato 106 goles.
El Héroe de Solna murió en su amada Irapuato, el 21 de enero de 2009, siete meses después de su última entrevista.