Durante la década pasada, cuando el América se encontraba en una etapa de reconstrucción que lo catapultaría a ser el club más ganador de la Liga MX, algunos jóvenes empezaron a surgir de las fuerzas básicas, aunque el proceso no siempre avanzó como se hubiera deseado, como le ocurrió con Martín Zúñiga, quien estaba llamado para ser el sucesor de Raúl Jiménez, quien acabó su carrera sufriendo la desolación de la Liga de Expansión por la falta de ascenso y descenso.
Debutado el 22 de septiembre de 2012 por Miguel Herrera, Zúñiga, hoy en un club que se llama México FC, se mostraba como uno de los jugadores más atractivos por sus cualidades físicas y deportivas, pero debido a la alta competencia que tenía no llegó a dar el estirón con las Águilas, lo que lo llevó a convertirse en un jugador errante que incluso llegó a jugar hasta en Kosovo, siempre sin brillo y muy alejado de lo que pudo ser.
¿Qué pasó con la carrera de Martín Zúñiga?
En 2014, el club azulcrema le abrió la puerta de salida a Raúl Jiménez para que jugara en el Atlético de Madrid, lo que llevaba a suponer que podría ser la oportunidad de Zúñiga de dar el siguiente paso, pero no fue así. La directiva apostó entonces por gente como Narciso Mina, Darío Benedetto, Darwin Quintero y Oribe Peralta en vez de la gente de casa y ahí se acabó lo que pintaba para ser una buena carrera.
"Cuando se hace la Copa MX quedo campeón de goleo y viene Mina. Después la Final... Veo esas fotos y digo 'sobresalía con tan poco'", comentó recientemente para el podcast Futbol de Cabeza, en el que reveló cómo se le fueron cerrando las puertas. "Estaba enojado por cómo se dan las situaciones", abundó.
Ahí se dio cuenta que las oportunidades serían menores, también la directiva lo entendió así, lo que marcó el inicio de su aventura por diversos clubes en México, situación que lo llevó a perder confianza, la cual recuperó levemente en su estancia en un oasis personal llamado Alebrijes entre 2017 y 2018.
La pubalgia que acabó con la carrera de Zúñiga
Si bien en el club oaxaqueño tuvo dos buenos semestres que lo llevaron de vuelta a Primera División con Cruz Azul, un problema de pubalgia se empezaría a asomar para ya no soltarlo. Molesta, dolorosa y difícil de tratar, esa lesión poco a poco lo haría alejarse de un rendimiento óptimo y que de lo llevaría a perderse de nuevo en Expansión, donde Celaya volvió a llamarlo en 2019.
Curiosamente, parte de esa etapa que vivió en la división de plata fue justo cuando los directivos de Liga MX dieron a conocer que se acababa el ascenso y descenso. A Zúñiga se le borró entonces la posibilidad de volver a jugar en Primera División, aunque en realidad fue una afectación que sufrió mayoría de los integrantes de esa categoría que perdieron la competitividad. Fue cuando vivió otra amarga etapa que se acentuó esa tarde en la que deseó ya no jugar más.
"Los equipos ya no invierten igual, les da igual si quedas quinto o sexto. (...) Empiezas a notar que los planteles ya no se forman igual, que el nivel es más bajo, la calidad de los partidos... O sea, hubo partidos en los que estaba jugando y decía 'ya que se acabe'. Decía 'no puede ser que estemos jugando así'. Los ves cómodos"", lanzó Zúñiga, quien ante la desesperación prefirió jugar en Kosovo, donde al menos volvió a soñar con algo, y ahora, a sus 32 años, milita en el Grupo VII de la Tercera Federación de España, donde espera algún día a volver a la Liga MX.
