
El regreso de José Luis Sánchez Solá a Puebla no solo significó un cambio en el plano deportivo para la Franja, sino también sirvió como imán de taquilla en el Estadio Cuauhtémoc.
En el primer partido del Chelís como local al frente del conjunto camotero (Jornada 7, 1-1 vs. Atlas), la asistencia registró un incremento de diez mil personas, a comparación de las entradas cuando Enrique Meza era el estratega.
Para el encuentro ante los rojinegros, el Cuauhtémoc albergó un total de 25 mil 127 personas, mientras que en la Jornada 3 (vs. Santos) y 5 (vs. Necaxa), ambos en la era del Ojitos, la asistencia fue de 14 mil 50 personas y 15 mil 550 personas respectivamente.
Ni siquiera la jornada 1 en el empate 1-1 ante Cruz Azul superó el debut de Sánchez Solá, porque ante la Máquina la entrada fue de 22 mil 777 personas; es decir, 2 mil 350 personas menos.
El efecto que ha causado Chelís en Puebla, es muy similar al que tuvo Cruz Azul cuando se mudó del Estadio Azul al Azteca, ya que, por ejemplo, los primeros tres juegos de los cementeros en el Coloso de Santa Úrsula en el Apertura 2018, tuvieron asistencias de 45 mil 385 (vs. Puebla), 55 mil 571 (vs. Tigres) y 30 mil 627 (vs. León).
Esos números, comparados con los últimos tres duelos de Cruz Azul en el Estadio Azul, demuestran la diferencia: 22 mil 180 (vs. Pumas), 16 mil 405 (vs. Lobos) y 27 mil 253 (vs. Moreila), este último en la despedida del inmueble de la Colonia Noche Buena.
Sin embargo, el efecto Chelís puede sufrir lo que pasó con Cruz Azul en su segundo torneo en el Azteca, ya que en su primer juego del Clausura 2019 ante Chivas registró 32 mil 881 asistentes, en la J4 ante Xolos apenas fueron 10 mil 311 personas y en la J7 ante Santos solo 12 mil 231 asistentes.